10/12/2019 EL VIGÍA

Los países mediterráneos reunidos en la 21ª Conferencia de las partes del Convenio de Barcelona celebrada la semana pasada en Nápoles, han acordado una hoja de ruta para el establecimiento en el Mar Mediterráneo de una zona de control de las emisiones de azufre de los barcos.

El acuerdo prevé la presentación de esta propuesta en el Comité de protección del medio marino (MEPC) de la Organización Marítima Internacional (OMI) en 2022, “dos años más tarde de lo previsto inicialmente por Francia”, como lamentan desde Ecologistas en Acción, que señala que la aplicación de la zona de control de emisiones de azufre (SECA) no sería efectiva antes de marzo de 2024.

La confederación ecologista ha aplaudido el acuerdo, pero critica el calendario propuesto. Señalan que se han realizado ya tres evaluaciones de impacto integrales “que muestran los importantes beneficios socioeconómicos de esta regulación ECA en la región mediterránea”. “Las evidencias son contundentes y hacen innecesarios nuevos estudios como los que solicita la hoja de ruta adoptada, ya que esto solo pospondrá injustificadamente todo el proceso”, sostienen.

En este sentido, Sönke Diesener, experto en transporte marítimo de la organización alemana Nabu , considera que el compromiso de todos los Estados litorales de establecer un área de control de emisiones de azufre en el mar Mediterráneo. “es un gran éxito para la protección del medio ambiente y la salud humana”. Pese a ello, critica que “algunos actores han tenido influencia para retrasar el proceso y limitar su alcance apenas a las emisiones de azufre, muy por detrás del plan inicial de Francia”.

La decisión de los países mediterráneos llega después de que el Parlamento Europeo haya puesto también la ECA en su orden del día, mediante una resolución en la que insta a la Comisión Europea y a los Estados miembros a que hagan todo lo posible para apoyar la rápida designación del Mar Mediterráneo como una zona combinada de control de emisiones de SOx y NOx.