04/02/2019 NAUCHER

El comercio, y en consecuencia el transporte, de productos perecederos no hace sino crecer en cifras apreciables desde los inicios de la presente década y parece que mantiene una muy buena salud. Carne, pescado y frutas, especialmente bananas, se alían con el inicio de la comercialización de productos vegetales desde África occidental a destinos en todo el mundo.

Las nuevas generaciones de contenedores con atmósfera controlada por control remoto (temperatura, humedad, nivel de oxígeno en el interior del contenedor), han desbancado al transporte en buques convencionales frigoríficos de estos productos y han producido, además una eclosión espectacular en el transporte de estas mercancías y en el desarrollo de sus mercados en todo el mundo.

Como es ya habitual, MAERSK, una vez integrada en su estructura la naviera HAMBURG SÜD, que era el mayor transportista marítimo de contenedores frigoríficos, se ha convertido en el “número uno“ con una flota de más de 650.000 contenedores frigoríficos, seguida de MSC y de CMA-CGM; esta última ha apostado fuertemente por el servicio CLIMACTIVE, que como hemos dicho, mantiene un control continuo del entorno del producto en el interior del contenedor con objeto de que llegue en condiciones óptimas al mercado. ONE, Hapag-Lloyd y COSCO, están en la carrera y todas ellas tienen en el mercado órdenes de construcción de miles de contenedores de frio.

Las cifras que dan los expertos son ciertamente impresionantes. Doscientos veintiún millones de toneladas movidas en 2018, y con unas expectativas de crecimiento superiores al 3,5 % en 2019, con todo tipo de productos como ya hemos apuntado al principio.

España resulta, desde luego, un país netamente exportador de este tipo de mercancías. No solo fruta, también carne de cerdo y pollo conforman una parte importante del cartel de nuestras exportaciones de perecederos.

Félix Martín de Loeches
Blog: «Bitácora»