Portugal se sumará con un puerto estratégico a la Ruta de la Seda china

30/11/2018 EL ECONOMISTA

Portugal firmará con China un acuerdo para integrar al puerto de Sines, en la costa Atlántica lusa, en la llamada nueva Ruta de la Seda impulsada por el país asiático, según adelantó ayer el primer ministro, el socialista António Costa.

«Queremos firmar un memorando la próxima semana para la integración del puerto de Sines en la Ruta de la Seda», anunció Costa en un encuentro con corresponsales extranjeros.

El acuerdo será firmado durante la visita a Lisboa que realizará el presidente chino, Xi Jinping, los próximos días 4 y 5 de diciembre.

Portugal, agregó Costa, pretende convertir Sines en un «elemento importante» de la Ruta, dado que es un puerto con «la mejor capacidad disponible, de aguas profundas y una localización óptima para acoger y servir a las rutas transatlánticas, a las mediterráneas y a las rutas del Cabo».

Sines, ubicado unos 160 kilómetros al sur de Lisboa, «es una infraestructura muy importante para ser un interfase europeo para el conjunto de estas rutas y creemos que es muy importante para el desarrollo de las relaciones entre Europa y Asia», insistió.

La postura del primer ministro portugués contrasta con la manifestada esta misma semana por el Gobierno español, presidido por el también socialista Pedro Sánchez, quien recibió al Xi Jinping el martes y rehusó sumarse a la Ruta (BRI, Belt and Road Initiative por sus siglas en inglés).

La nueva Ruta de la Seda es un megaproyecto de infraestructuras para conectar China con sus vecinos asiáticos y el resto de continentes y que ha dividido a la Unión Europea (UE), entre los partidarios -como Portugal- y los países que observan la iniciativa con recelo -encabezados por Alemania y Francia-.

Empresas chinas ya tienen importantes inversiones en sectores estratégicos de Portugal, como energía e infraestructura, y controlan el 28,25% del grupo luso Energías de Portugal (EDP).

Costa se reunió con corresponsales extranjeros en Lisboa horas después de conseguir sacar adelante el Presupuesto del Estado para 2019, el último de la legislatura, con el apoyo de los grupos de izquierda.

El primer ministro reiteró que, tal como había anunciado hoy, Portugal saldará los 4.600 millones de euros de deuda pendiente con el Fondo Monetario Internacional (FMI) antes de final de año, y subrayó la salud de las cuentas nacionales.

No obstante, admitió que «acompañamos siempre riesgos que puedan surgir o por el impacto del brexit o por efectos de conflictos comerciales entre la Unión Europea y otros países».

«Por eso tenemos que mantener una gestión presupuestaria siempre prudente, para asegurar que en caso de crisis estamos protegidos de impactos negativos y que nuestra trayectoria presupuestaria acomodará esos impactos sin reflejo negativo sobre la evolución de la deuda», añadió.

El Presupuesto del Estado para 2019 prevé un crecimiento del 2,2%, un déficit del 0,2%, el más bajo de la democracia, y un desempleo del 6,3%, con una deuda del 118,5% del producto interior bruto (PIB).

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