22/11/2018 DIARIO DEL PUERTO

El escepticismo cunde en las filas de los agentes sectoriales ante la parsimonia con la que el Ministerio de Fomento está abordando el necesario punto y final al proceso de reforma en el sector de la estiba.

Hoy jueves está previsto que vuelvan a verse las caras en Madrid representantes de la Secretaría de Estado, de la patronal y del sindicato mayoritario, después de que Fomento se comprometiera en la reunión del pasado 7 de noviembre a tener un análisis más certero de cómo abordar el actual bloqueo, no sin olvidar que un mes antes se había comprometido a definir la nueva hoja de ruta para mediados de octubre.

Sea como fuere, se considera que en el Ministerio ya han tenido tiempo de sobra de analizar el estado del proceso y toda la documentación existente, incluido el informe pendiente de la Comisión Europea sobre el proyecto de real decreto de Desarrollo Reglamentario, que no se había recibido el pasado 7 de noviembre y con el que ya debería contar el Ministerio, que considera decisiva la postura de la Comisión al respecto.

Por tanto, según diversas fuentes sectoriales consultadas, Coordinadora y ANESCO acuden hoy a la reunión con la esperanza de que de una vez Fomento se decida a dar el paso y a adoptar alguna postura firme en torno a los temas pendientes.

Una postura firme y, además, una postura con contenido, toda vez que el cómo y el qué son en esta cuestión las dos caras de la misma moneda.

Se ha venido comentando sucintamente en las últimas semanas que de los tres escenarios posibles (aprobación del reglamento tal y como lo redactó el anterior Gobierno; elaboración de un nuevo reglamento; y desarrollo de un nuevo real decreto de reforma de la estiba) el actual Gobierno estaría por la labor de desarrollar un nuevo real decreto, si bien la clave esencial, según las fuentes consultadas, es con qué contenido, máxime cuando las partes en juego ya han dejado claros sus posicionamientos y se considera que ahora le toca al Gobierno mover ficha y manifestar qué estiba quiere y cuál es a su entender la mejor fórmula para rematar la liberalización.

No hay que olvidar que la espada de Damocles del adelanto electoral vuelve a proyectar su alargada sombra, no pudiendo escapar los asistentes a la reunión de hoy de la duda sobre hasta qué punto va a dar tiempo cualesquiera que sea la hoja de ruta adoptada.