29/10/2018 EL EMPRESARIO

Las exportaciones no sólo aumentan cuando hay mejores precios y los productos que se venden al exterior son más competitivo, sino que hay que tener en cuenta otro factor esencial: la productividad.

Según informe de la revista ICE elaborado por Óscar Bajo, profesor de la Universidad de Castilla-La Mancha, España es una muestra de cómo es posible aumentar la cuota de las exportaciones de las principales áreas con las que se comercia a pesar del deterioro experimentado en los indicadores de competitividad del precio. Como dice la conocida frase de Paul Krugman, “la productividad no lo es todo, pero a largo plazo lo es casi todo”, recuerda el autor.

¿Y qué se podría hacer para aumentar la productividad? La OCDE realizó una serie de propuestas, como el fomento de la I+D, una mayor difusión de la innovación, transparencia en el diseño de sistemas de patentes para evitar que signifiquen barreras a la entrada, medidas pro-competitivas que favorezcan la entrada en el mercado y permitan a las empresas tener un tamaño suficiente, la protección de los trabajadores frente a los riesgos en el mercado de trabajo, así como favorecer la movilidad de los trabajadores y reducir el desajuste entre ocupaciones. En esta misma línea se han pronunciado organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional o el Banco Mundial.

Según el autor del documento, este tipo de medidas, aunque son razonables, son un tanto vagas y sus efectos tendrían lugar más bien en el medio plazo. Por eso pide una política industrial renovada, tras unos años de abandono por parte de las autoridades, no solo españolas sino en general europeas. Los empresarios españoles han criticado ante los últimos Presupuestos Generales del Estado que han pactado el Gobierno y Podemos que no haya medidas que impulsen la política industrial y de los principales sectores económicos.

Óscar Bajo también pone énfasis en lo que no hay que hacer. En primer lugar, avisa del retorno al proteccionismo.

Por otra parte, lo que no tendría ningún sentido para una economía como la española es pretender competir en los mercados internacionales a base de reducir los precios de los productos exportados, ante la presencia de China y otras economías del Sudeste de Asia.

A juicio del autor, “la única estrategia razonable si se desea conseguir un aumento de la productividad y la capacidad exportadora consistiría en el estímulo de la profesionalidad y la eficiencia, la mejora de la calidad de los productos, el desarrollo de los canales de comercialización…” “En definitiva, producir mejor y saber vender lo que se produce”, remacha. Según Bajo, lo importante para impulsar las exportaciones es “hacer las cosas bien y no más baratas”.

En su opinión, para ello es imprescindible mejorar la profesionalidad, la eficiencia y, en última instancia, aumentar la productividad. Y todo ello en el marco de una política industrial que permita revertir el proceso de desindustrialización acontecido en los últimos y de un mercado de trabajo que garantice un empleo de calidad.