Editorial: Sí a la 44 toneladas y por qué

25/09/2017 LOGÍSTICA Y TRANSPORTE

Los transportistas deben aceptar las 44 toneladas porque los cargadores aceptan cambios transformativos en la contratación.

La petición de la implantación de las 44 toneladas por los cargadores españoles debe encontrar una respuesta afirmativa de los transportistas ya que estos están dispuestos a aceptar algunas de las condiciones trasformativas del transporte. Tienen que aprovechar la oportunidad.

El argumento de que se ahorraría un 20% en las emisiones, en horas de conducción y en tantas otras cosas, ahora que la tecnología permite llevar esas 4 toneladas más, son un argumento suficiente para que cada uno ponga su granito de arena por eso por lo que nos solidarizamos siempre que es la sostenibilidad del planeta, y de paso la sostenibilidad del transporte.

Vamos a por esa doble sostenibilidad en serio. Si se coloca al transporte en su sitio, con un precio adecuado y en una cadena de contratación razonable, su precio será mayor y tenderá a que se optimice la logística y evitar esa logística de «tiovivo» donde por ser barato el transporte se despilfarran kilómetros.

Ahora los cargadores están dispuestos a aceptar algunas condiciones transformativas en su relación con los transportistas y aunque en público y mientras que no se cierra la negociación pongan obstáculos; en privado saben tan bien como los transportistas que un acuerdo sobre el clima en este sector sería bienvenido y que los que lo nieguen van a ponerse en la posición del señor Trump respecto al acuerdo mundial sobre el clima. Pero sin llegar a palabras mayores, en el orden práctico, los cargadores que son poderosos están dispuestos a empujar al Ministerio en el sentido de algunas de las propuestas que le hacen los transportistas. Así lo admiten en privado.

El problema está más del lado de los transportistas que una vez más están divididos en tantas facciones como asociaciones hay. Brillando bastante por su ausencia la altura de miras y predominando los egoísmos y los intereses particulares.

El que una propuesta que no tiene por qué ser la definitiva de Fenadismer en el sentido de no solicitar ni aumentos de precio ni contraprestaciones económicas, que luego no se cumplen, sino que se aclare la cadena de contratación poniendo el precio del transporte en el documento de control, es más allá de esta formulación una de las propuestas que tienen como objeto transformar y ser transformativas de la relación entre cargadores y transportistas. Por ahí va el camino, con esta propuesta u otra similar. Sin desdeñar las dirigidas a proteger al conductor en la carga y descarga.

Medidas que de verdad pongan en valor el transporte
Esto es lo que se debe de dar. Tanto un cambio transformativo para reducir en un 20% prácticamente las emisiones conjuntas del transporte por carretera, como para transformar esa relación tan vieja y en algunos casos anquilosada en el sector del transporte.

Un sector de muchos proveedores y de pocos clientes
En este sentido es bueno orientar las negociaciones bajo esta premisa de tomarse en serio que el sector del transporte está haciendo mucho por el resto de la sociedad aumentando de golpe y porrazo el 20% su capacidad de transporte, regalando esas 4 toneladas, como para que a cambio los cargadores pero sobre todo la administración no sea generosa en pro de discutir cambios transformativos en este sector.

Es ahí donde si la propuesta de Fenadismer de añadirle transparencia al sector por la vía de colocar el precio del transporte en el documento de control, es efectiva en subir el precio del mismo al transportista, se debe aprovechar la voluntad declarada del director general de AECOC, José María Bonmatí, de estar a favor de la transparencia.

El acuerdo debería ser ya posible aunque no sea fácil al final su concreción
Debe de estar presente en el acuerdo algún tipo de periodo transitorio y de gradualidad no muy largo pero evidentemente para amortiguar la entrada de toda esa capacidad de transporte.

Algunos dirían que lo que hay que de verdad evitar es que se dé otro salto a las 46 o 48, ya que de entrada muchas veces se transportan ya las 44 toneladas. En cualquier caso, bajo las premisas anteriores de que debe acordarse este paso, los criterios de prudencia y temporalidad deberán evitar también que no haya un efecto rebote contra la medida.

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