05/07/2017 DIARIO DEL PUERTO

Las inversiones que el Puerto de Barcelona quiere realizar en los apartaderos ferroviarios de la línea que le une con Madrid están paralizadas a la espera de que Adif garantice a la autoridad portuaria catalana que, tras llevar a cabo esta mejora de la infraestructura, no habrá impedimentos para mover trenes de mercancías de 750 metros en esta línea. Así lo aseguró la semana pasada Carles Rúa, responsable de proyectos estratégicos e innovación del Puerto de Barcelona.

La Autoridad Portuaria de Barcelona (APB) está dispuesta a subvencionar las obras para permitir el paso de trenes de mercancías de 750 metros de longitud en el Corredor Barcelona-Zaragoza-Madrid, tal y como avanzó el presidente del puerto de la capital catalana, Sixte Cambra, a principios del año 2016, durante la visita que el presidente de Aragón, Javier Lambán, realizó al enclave portuario.

La construcción de los apartaderos necesarios para que puedan circular trenes de 750 metros en el Corredor Barcelona-Zaragoza-Madrid se incluiría dentro del Fondo de Accesibilidad Terrestre Portuaria aunque primero se quiere tener las garantías de Adif de que estos trenes puedan circular.

Carles Rúa, que es también responsable del proyecto Clyma, centrado en analizar el transporte de mercancías en el eje Lyon-Madrid del Corredor Mediterráneo, considera que el hecho de contar con la infraestructura adecuada para mover trenes de mercancías es imprescindible, pero no suficiente para el desarrollo de este modo de transporte.

En el caso del Corredor Barcelona-Zaragoza-Madrid, la construcción de apartaderos ferroviarios de 750 metros es, según la iniciativa Clyma, liderada por el Puerto de Barcelona junto a otros socios como los aragoneses Alia y TMZ, una acción imprescindible para relanzar el tráfico ferroviario de mercancías.