03/07/2017 LOGÍSTICA Y TRANSPORTE

Se encara al verano con un aumento importante de la actividad en el transporte en todos sus ámbito. Si la economía está creciendo cerca al 4%, los últimos meses han visto un crecimiento de la actividad del transporte por carretera que seguramente las cifras oficiales confirmarán dentro de unos meses superior al 7 u 8%.

Y no solo nos referimos al sector del transporte internacional que ha tenido unos meses de mayo, junio y principios de julio muy buenos en actividad, sino al conjunto de la actividad del transporte en España.

Los problemas que puede tener el sector de rentabilidad son otros. Indudablemente la rentabilidad y los beneficios se están incrementando quizás no en la proporción que le gustaría a los empresarios. El gasóleo se está sosteniendo después de una subida pronunciada en la última parte del año pasado y el resto de costes se están conteniendo aunque siguen aumentando.

Los problemas estructurales del transporte por carretera siguen ahí, es un sector poco concentrado aunque ya lo va siendo en algunos sectores como portavehículos o las cisternas y donde los márgenes constantemente están presionados por la competencia.

Es un sector liberalizado donde la oferta y la demanda funcionan como en un mercado maduro donde cualquier hueco de demanda es fácilmente cubierto por la compra y la puesta en servicio de camiones.

Sin embargo, las ventas de camiones están más o menos estabilizadas con respecto a las del año pasado que después de crecimientos de varios años parece que se han ralentizado. Estas deberían de retomar impulso en los próximos meses porque el aumento del consumo y de la actividad aunque pequeño es constante.

El resto de factores muy mediáticos como las discusiones sobre la normativa futura del transporte tanto el nacional como el internacional, la realidad es que inciden poco y son poco relevantes para la inversión de los transportistas.

Lo deberían ser más en el internacional donde hay más cosas en juego pero donde la carencia de ideas tanto de nuestras autoridades como de las autoridades de la Unión Europea dificultan una verdadera liberalización del transporte por carretera en la Unión Europea y una expansión de las empresas de internacional.

Seguramente hará más la reforma de las leyes laborales que dice que quiere hacer el presidente Emmanuel Macron en Francia para que el establecimiento de empresas sea más fácil y no haya que cabotear u operar con empresas deslocalizadas allí que lo que vaya a hacer el futuro Reglamento de Transportes que por motivos populistas parece que no ayudará a una expansión de las empresas europeas.

O por lo menos, de las españolas en esos mercados gracias a la torpeza y a la falta de estímulos que recibe de nuestros propios gobiernos y Ministerio de Fomento.