20/06/2017 DIARIO DEL PUERTO

Tras rechazar el viernes la patronal ANESCO la propuesta de los sindicatos de estiba por, a su juicio, ser susceptible de representar una violación de las leyes de competencia, hoy martes está previsto que los sindicatos reciban la propuesta que a su vez se comprometió a remitir el banco empresarial.

No está prevista ninguna reunión. Simplemente ANESCO remitirá telemáticamente a los sindicatos el documento con tres líneas argumentales básicas: subrogación, masa salarial y nombramientos.

Con respecto a la subrogación, según fuentes empresariales consultadas por Diario del Puerto, se confía en que por fin ANESCO ofrezca un análisis pormenorizado puerto a puerto y terminal a terminal de cuáles son las necesidades de mano de obra de acuerdo con la actividad actual para, de esta forma, determinar el personal subrogable y el personal excedentario.

Sobre este personal excedentario se tendría que articular una negociación sin olvidarnos de que las partes están a la espera de que el Ministerio de Empleo «aumente» las ayudas para el abandono de la actividad recogidas en el borrador de real decreto para el desarrollo reglamentario de la reforma de la estiba.

Con respecto a la masa salarial, la empresa realizará su propuesta sin olvidar su planteamiento inicial de un ajuste del 30% así como el ofrecimiento sindical de reducción del 10%.

En cuanto a los nombramientos, es para las empresas un tema crucial por cuanto en esta materia exigen poder ejercer como tales y poder activar su derecho a gestionar sus propios recursos productivos, determinando en cada caso cuánto personal y qué personal es necesario para cada operativa, sin que además esto pueda ser puesto en tela de juicio por razones como las vinculadas, por ejemplo, con la seguridad.

Mediación
La propuesta de ANESCO será recibida hoy por los sindicatos en un clima de alta tensión tras calificar el sábado la decisión que la patronal tomó el viernes de «falta de respeto».

Ante esta tesitura, las partes están expectantes ante la posibilidad de que el Gobierno, presionado por algunos sectores económicos, pudiera decidir mediar en el conflicto.