El daño a largo plazo del conflicto de la estiba urge a las partes a cerrar hoy un acuerdo

13/06/2017 DIARIO DEL PUERTO

La sede de la Fundación SIMA (Servicio Confederal de Intermediación y Arbitraje) será hoy el escenario de la reunión que patronal y sindicatos de estiba celebraran en Madrid tras doce días sin haberse visto las caras frente a frente y con tres jornadas de huelgas ya ejecutadas por los sindicatos.

En el horizonte inmediato se asoman 48 horas más de huelga, en este caso consecutivas y ejecutar a partir de mañana miércoles desde las 8:00 horas, toda una invitación a negociar con urgencia si unos y otros no quieren que se desaten males mayores.

Y es que tras las huelgas de horas alternas, los 36 millones de euros de pérdidas y la materialización de los primeros tráficos perdidos definitivamente con decisiones estratégicas como la adoptada por Maersk en Algeciras y Tánger, se hace indispensable que ambas partes cierren cuanto antes un acuerdo pues, de lo contrario, además de generarse un daño muy importante a las cuentas de resultados de las empresas estibadoras, el empleo y las contrataciones de los propios estibadores podrían empezar a estar en entredicho si se siguen perdiendo tráficos.

Tal y como ayer detalló Diario del Puerto, ambas partes vienen intercambiando documentos desde hace días para limar asperezas que faciliten la negociación hoy.
Uno de los grandes escollos sigue siendo la subrogación, sobre todo en lo que tiene que ver con el largo plazo y el futuro personal.

Por su parte, las empresas quieren que quede perfectamente acotado el derecho a gestionar sin interferencias sus recursos productivos, en todos los aspectos relativos a la gestión empresarial, pero de forma particular a la contratación y a la composición de las manos.

En temas como la productividad y la eficiencia y ajustes salariales las posturas estarían muy próximas, siendo una incógnita la resolución de asuntos como el relativo a los centros portuarios de empleo y al deseo sindical de que todas las sociedad de estiba se transformen en estos centros, que no se disuelvan y que preferiblemente ninguna empresa de las actuales las abandone. Las partes confían en un acuerdo de mínimos que al menos permita la desconvocatoria del paro de mañana.

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