07/03/2017 DIARIO DEL PUERTO

Renfe Mercancías aprovechó la sanción de 65 millones de euros impuesta ayer por la CNMC por prácticas restrictivas de la competencia para rechazar los argumentos de la Comisión y reafirmar su apuesta por un mercado de mercancías ferroviarias liberalizado y por operar con la máxima competitividad en este entorno.

Por eso Renfe presentó ayer, en la convocatoria de prensa de urgencia a raíz de la sanción, el nuevo Plan Estratégico de Renfe Mercancías 2017-2019, que prevé situar a la empresa en números positivos este mismo año con el rediseño de su actividad comercial, la implementación de una política de desinversiones y el ajuste de la plantilla.

En cuanto a la actividad comercial, se busca poner en valor Renfe Mercancías, según el presidente de Renfe, Juan Alfaro, desarrollando nuevos tráficos y oportunidades de nuevos ingresos. Por lo que respecta a las desinversiones, hay un plan en marcha que de momento contempla la salida del capital de Transfesa (Renfe tiene un 20%) de Semat y de Pecovasa, así como la cesión a Renfe Alquiler de diversas locomotoras.

Por último, con respecto a los recursos humanos, se considera que la plantilla está sobredimensionada y la previsión, según Alfaro, es pasar de 1.374 empleados que había a finales de 2016 a 950 empleados a finales de 2019, es decir, una regulación que afectaría a más de 400 profesionales.

Según el presidente de Renfe, la división de Mercancías cerró 2016 con unos ingresos de 215 millones de euros, un EBITDA negativo de 8 millones y un resultado final de 33 millones de pérdidas.

Con el nuevo Plan Estratégico, el objetivo es lograr ya en 2017 números positivos gracias a los ingresos extraordinarios por las citadas desinversiones, lográndose el equilibrio a partir de 2018.

El proyecto inconcluso de la pasada legislatura de dar entrada en Renfe Mercancías a un socio industrial queda descartado por el momento, siendo la prioridad el equilibrio financiero, según aclaró ayer Juan Alfaro.