14/02/2017 DIARIO DEL PUERTO
Hasta 46 operadores habían firmado hasta ayer al cierre de esta edición el acuerdo ofrecido por los sindicatos en el que se respalda el proceso negociador desarrollado en su día con la patronal ANESCO para la reforma de la estiba y se ratifica el resultado alcanzado hasta que se anunció el decreto ley por parte del Gobierno, resultado que responde al modelo de estiba que defienden los sindicatos y rechaza la Comisión Europea.
¿Cómo es posible este creciente respaldo de las terminales a título individual cuando, por su parte, la patronal PIPE a título general, con el apoyo de 12 de los grupos terminalistas más importantes en los puertos españoles, se sigue reafirmando en un respaldo total al proyecto de real decreto ley del Gobierno?
Según fuentes patronales y empresariales, la clave principal en la mayoría de los casos y salvo alguna excepción es la “coacción” y el “chantaje”. Las terminales han accedido, en su mayoría, a firmar el acuerdo con los sindicatos con el objetivo de garantizarse un ritmo de trabajo en los muelles razonable, al menos hasta la aprobación del decreto ley el viernes por el Consejo de Ministros, tras las amenazas de los sindicatos en los últimos días y las huelgas encubiertas aplicadas de forma selectiva con reducciones en la productividad de más del 70%, buscando forzar a las empresas a firmar el acuerdo y, con ello, insisten las fuentes consultadas, garantizando a partir de ese momento la vuelta a la normalidad y que hasta la huelga oficial del próximo lunes los ritmos regresen a los niveles habituales.
Desde los sindicatos se niega tajantemente que se estén produciendo estas huelgas encubiertas o paros selectivos, achacando los bajones en la productividad a la desmotivación que ha cundido entre los trabajadores por el contenido del real decreto que propone el Gobierno.
No obstante, fuentes empresariales y patronales insistieron ayer a este Diario en las prácticas de “chantaje” implementadas por los sindicatos y los trabajadores, “coaccionando y amordazando” al ámbito empresarial con la exigencia de la firma del citado acuerdo.
Hay que recordar que en el documento que están firmando los operadores se reconoce la existencia de un acuerdo entre patronal y sindicatos con fecha 24 de enero de 2017 y, en un documento aparte, se dice suscribir dicho acuerdo que se reconoce “aún incompleto” pero “asumible”.
De igual forma, se reconoce la existencia también de una negociación sobre el marco convencional que condicionaba la posición definitiva sobre la reforma legal, es decir, sobre el acuerdo citado anteriormente, manifestándose igualmente la voluntad de concluir esta otra negociación.
Papel mojado
Por tanto, lo que se firma es que se reconoce un acuerdo aún incompleto y además pendiente de si se llega o no a un acuerdo en el convenio marco, es decir, según fuentes consultadas, el acuerdo de adhesión a las tesis sindicales exigido a los operadores no compromete más que a seguir negociando un modelo que no está cerrado y que quedaría en papel mojado si el Gobierno aprueba el viernes su decreto ley en el Consejo de Ministros.
Fuentes de la patronal PIPE declararon ayer a Diario del Puerto que, con independencia de los acuerdos que se están firmando a título individual por las terminales, la unidad es total por parte de los 12 grandes grupos inversores que la integran en defensa del modelo de estiba que exige la Comisión.