08/07/2016 DIARIO DEL PUERTO
Más calidad de servicio, incremento de la frecuencia, una mayor flexibilidad y más fiabilidad son las grandes demandas que los cargadores tienen para el sector ferroviario y, por lo tanto, las principales deficiencias que este modo presenta en la actualidad. Así quedó de manifiesto ayer en la presentación de las conclusiones de las mesas de trabajo del Fòrum Valencià pel Corredor Mediterrani, en un acto celebrado en Cámara Valencia.
Los representantes de los tres grupos de trabajo (operadores ferroviarios, cargadores y operadores logísticos), coincidieron al señalar las deficiencias y retos del sector, para el que bastaría que se equiparara al modo terrestre para ganar cuota de mercado, sin embargo la solución a estos problemas lleva, indiscutiblemente, a la necesidad de acometer nuevas inversiones en los trazados ferroviarios, especialmente en los corredores Mediterráneo y Cantábrico.
Tal y como explicó Pedro Catalán, gerente de Logitrén y representante del grupo de trabajo de operadores ferroviarios, quizás no es tan importante detenerse en cuestiones técnicas o en si los trenes tienen 750 o 500 metros, lo que realmente importa es disponer de los corredores en condiciones.
Al final, como explicaba en la presentación de la jornada el presidente de Cámara Valencia, Pedro Morata, «se trata de incrementar nuestra competitividad, la de nuestras empresas». «El comercio exterior es el motor de la Comunitat Valenciana, por lo que es necesario que ese intercambio comercial se produzca a través de los medios más rentables y eficientes», aseguró.
En esta misma línea, la consellera de Obras Públicas, María José Salvador, aseguró que es necesario abordar la mejora de las infraestructuras, pero también la gestión y el uso de las mismas, por lo que el gobierno valenciano quiere centrarse en la coordinación y planificación de las infraestructuras estratégicas que generen valor y ayuden a mejorar la competitividad de las empresas.
Conclusiones
Además de Pedro Catalán, Francisco Ripoll (de Grupo Alonso) y Vicente Cantavella (Martinavarro), presentaron las conclusiones de los mesas de trabajo de operadores logísticos y cargadores, respectivamente. En cualquier caso, fue Vicente Cerdá, gerente de Feports, quien introdujo el documento con las conclusiones generales y coincidentes de los grupos.
El pliego recoge que «la falta de planificación clara en materia ferroviaria y la falta de rigor en el cumplimiento de la programación, genera un estado de incertidumbre que obliga a las empresas a tener una extremada cautela en sus previsiones, frenando las inversiones necesarias».
Asimismo, «las dificultades en el proceso de entrada de operadores privados en el mercado de servicios ferroviarios y el mantenimiento de la posición dominante del operador público lastran la puesta en marcha de servicios ferroviarios», lo que sitúa a los operadores privados «en situación de debilidad para aprovechar las oportunidades que general el Corredor».
Las conclusiones destacan que los usuarios demandan un servicio «de la misma calidad que la carretera y con un coste ligeramente inferior que justifique un cambio de práctica, aunque el precio no es el aspecto determinante».
Por otra parte, los cargadores consideran fundamental que se ofrezcan soluciones para el transporte puerta a puerta, así como a las cargas de retorno que equilibren el servicio, por lo que es necesaria una mayor integración vertical de la cadena cargador – operador logístico- operador ferroviario, hasta llegar a lo que se conoce como alianza logística.
Los cargadores también consideran una barrera el tren completo, unidad de contratación del operador ferroviario, por lo que el acceso al ferrocarril está limitado o a grandes cargadores o a operadores logísticos que hagan la labor de concentradores de carga, por lo que proponen explorar la posibilidad de constituir «pooles» de cargadores.
En general, y como conclusión transversal a todas las Mesas, los participantes estiman que el Corredor Mediterráneo «en su configuración de tercer hilo ( trenes de 750 metros) es suficiente para iniciar el aprovechamiento del Corredor, aunque por un plazo limitado, que dependerá del éxito de su utilización, éxito que tendrá un valor decisivo en el paso a siguientes etapas de dotación de la infraestructura».