04/02/2025 EL ECONOMISTA
Los mercados clavan su mirada en Donald Trump y sus aranceles, pero la OPEP se prepara para una decisión clave que puede afectar de forma decisiva al mercado petrolero. Este lunes el cártel se ha reunido para evaluar su estrategia de cara a los próximos meses y analizar el mercado petrolero. Si bien la salud del mercado petrolero se ha focalizado en la demanda china, las sanciones a Rusia y la monstruosa producción de EEUU, la realidad es que hay un factor que puede entrar en la ecuación los próximos meses. Este grupo de exportadores está restringiendo cerca del 5,7% de todo el suministro mundial de crudo para mantener los precios elevados y todo parece indicar que, tras retrasar una y otra vez el ‘aterrizaje’ para volver a producir como antes, está vez ya será la definitiva.
La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y sus aliados, conocidos como OPEP+, están a punto de iniciar la retirada gradual de los recortes de producción que han mantenido desde 2022. Esta decisión, que se activará a partir de abril, podría generar un superávit de oferta en el mercado y presionar a la baja los precios del crudo, según ha publicado la propia organización tras su reunión mensual. Con la apertura de las compuertas de la producción, la OPEP debería ir recuperando la cuota de mercado perdida durante estos años de recortes, que han llevado al cártel a caer por debajo del 30% de cuota de mercado, algo histórico. Todo por mantener unos precios artificialmente altos. Otra de las polémicas decisiones ha sido retirar a la Agencia Internacional de la Energía (institución ubicada en EEUU) como fuente secundaria para monitorizar los datos de producción petrolera.
En su reunión del lunes, el Comité Conjunto de Monitoreo Ministerial de la OPEP+ no recomendó ningún aumento adicional en la producción más allá de lo ya planificado. En el comunicado especificaban que se «reafirma el compromiso con los recortes que se extenderán a finales de 2026, en virtud de lo acordado en la reunión de diciembre de 2024». En aquella reunión se optó por, una vez más retrasar hasta el 1 de abril la decisión de empezar a quitar paulatinamente los topes de producción. Tanto los oficiales como los voluntarios. Esta decisión implica que solo queda ya una reunión para dar marcha atrás y pedir otra prórroga más, algo que tanto los analistas como los países implicados ya ven prácticamente imposible. De hecho, el debate era más bien acelerar desde ya estas medidas, algo que no habría estado sobre la mesa, dado que han optado por adherirse a los planes de diciembre.
«A pesar de algunas dudas, los fundamentos del mercado siguen siendo sólidos, ya que los indicadores de recuperación del crecimiento económico están mostrando resultados en varias regiones», dijo el Ministerio de Energía de Argelia, miembro de la OPEP, en un comunicado. «Esperamos una mayor recuperación de la demanda de petróleo a partir del próximo abril después de una desaceleración estacional».
Aunque esta decisión estaba descontada, sí podría tener cierto impacto en los mercados físicos de petróleo (el mercado al contado), donde los traders y los operados intercambian barriles reales de petróleo para consumir, refinar o almacenarlos. Los inventarios, que llevan varios meses cayendo, podrían comenzar a recuperarse una vez que los países del cártel empiecen a devolver al mercado parte de la producción ‘secuestrada’.
Según el plan acordado en diciembre, la OPEP+ iniciará la recuperación de los 2,2 millones de bpd a partir de abril (esta es la parte de los recortes voluntarios), con aumentos mensuales de 138.000 bpd hasta septiembre de 2026. Además, los Emiratos Árabes Unidos comenzarán a elevar su producción tras haber solicitado reiteradamente una mayor cuota dentro del grupo. «Esto supone un giro en la estrategia del cártel, que en varias ocasiones ha retrasado el levantamiento de los recortes debido a la debilidad de la demanda», apuntan las fuentes de Reuters. Ya han retraso en tres ocasiones el inicio de la desescalada desde septiembre de 2024, cuando estaba agendada inicialmente.
Uno de los principales riesgos de este cambio de estrategia es que la oferta adicional llegue a un mercado con una demanda todavía frágil. «La OPEP+ está tratando de evitar una reacción negativa de los mercados financieros y de los gobiernos que podrían interpretar el aumento de la producción como una amenaza», explican los analistas citados por Reuters. Sin ir más lejos, la economía de China sigue sufriendo por mantener su actividad económica en tasas cercanas al 5% de expansión. Son cada vez más los analistas que creen que el consumo de petróleo en China ha tocado techo. Por ello, los economistas no paran de repetir que una mayor oferta de crudo genera una situación especialmente relevante en este contexto en el que la demanda de crudo ha mostrado signos de desaceleración en China y Europa.
«Se ha generado una ventana de oportunidad para aumentar la producción y generar más ingresos de forma segura»
El otro elemento clave será la postura de Estados Unidos, que ha endurecido su política comercial en un intento de proteger su industria energética. Al mismo tiempo EEUU podría aumentar su producción ante la fuerte desregulación que se espera en el sector y los incentivos que presentará el Gobierno de Donald Trump para que los frackers y las petroleras empiecen un nuevo ciclo de exploración, perforación y producción. No obstante, todo esto son hipótesis que no se han terminado de concretar, lo que suma cierta incertidumbre al mercado.
El mercado petrolero está entrando en una nueva fase en la que la OPEP+ intentará encontrar un equilibrio entre recuperar su cuota de mercado y evitar una sobreoferta que hunda los precios. Con la producción camino de aumentar en los próximos meses, la pregunta clave es si la demanda será capaz de absorber estos barriles adicionales o si el mundo se encamina hacia un nuevo periodo de precios bajos.
La OPEP puede ser el factor clave
Ahora el cártel entra en una fase en la que cobrará más importancia que nunca dado que ahora está manteniendo fuera del mercado unos 5,8 millones de barriles diarios. Desde Energy Intelligence, la investigadora Amena Bakr, comenta que, a pesar de que la cohesión parece alta en estos momentos, la realidad es que ahora con los precios del crudo habiéndose estabilizado entre los 75 y los 80 dólares. «Se ha generado una ventana de oportunidad para aumentar la producción y generar más ingresos de forma segura». Además, la experta señala que dentro del grupo «hay varios estados muy deseosos de aumentar la producción». En ese sentido, este cóctel hace que los recortes prometidos sean prácticamente seguros e incluso haya cada vez más voces que apuntan a unos planes más rápidos. Eso sí esta última opción parece algo descartado por el momento, pero solo la idea de que no haya un nuevo retraso es algo clave para unos mercados que no han parado de ver como se postergaba la decisión.
Carsten Fritsch, de Commerzbank comenta que «una simple recomendación de ceñirse al plan de aumentar la producción probablemente pesará sobre el petróleo». Especialmente dado que esta es la primera vez que la OPEP responderá de forma oficial a la petición de Trump de que tomasen medidas para bajar el precio de la materia prima. Una amenaza se materializa justo cuando el cártel tiene que decidir si volver a retrasar una vez más sus planes. Sin embargo, desde el cártel parece cada vez más presionado por parte de sus propios miembros para olvidar las restricciones a la producción.
» La OPEP+ se enfrenta cada vez más al problema de que algunos países han aumentado su capacidad de producción y es probable que presionen para que se aumenten las cuotas» comentan desde el banco alemán. «La nueva estimación de producción basada en encuestas también puede mostrar que Libia, un miembro de la OPEP que no está sujeto a cuotas, ha sido capaz de aumentar su producción a un nuevo nivel récord desde la guerra civil».
EEUU: «Los inventarios ejercerán una presión a la baja que lleve a los precios del barril hasta los 72 dólares en 2025»
En ese sentido ven que, dado el enorme impacto del petróleo reprimido por la OPEP, la decisión de no tocar sus planes e imponer un nuevo retraso aterrizará en caídas en los precios del barril en el medio plazo. «Hay una oferta relativamente abundante y esperamos que (de confirmarse que el cártel se adhiere a sus planes) el precio del petróleo siga cayendo».
Desde la misma EEUU a Administración de Información Energética (EIA) comentaban que la subida de los últimos meses del precio del barril «viene en gran medida de la decisión de extender recortes de la OPEP, dado que ha conducido a retiradas globales en los inventarios de petróleo de 0,5 millones de barriles diarios en promedio durante el primer trimestre de 2025″. De este modo la agencia gubernamental señala que solo que el cumplimiento de los planes sería suficiente para relajar el mercado. «Este crecimiento de la producción sumado a una demanda débil, hará que los inventarios vayan creciendo ejerciendo una presión a la baja que lleve a los precios del barril hasta los 72 dólares en 2025 y a los 66 dólares en 2026».
En ese sentido, tal y como señala Commerzbank, ven un gran riesgo bajista en la disensión entre los miembros, que implique un plan acelerado. «la posibilidad de que se debilite el compromiso de los productores de la OPEP+ de seguir restringiendo la producción añade un riesgo a la baja en los precios del petróleo. James Swanston, analista de Capital Economics, comenta que no ve el petróleo cayendo con los aumentos de producción. «Aún queda por ver si los precios del petróleo caen aún más a partir de ahora dado que ya se esperaba un aumento de la producción«. En cualquier caso, este movimiento «se realiza por el interés a largo plazo de los estados del Golfo para recuperar la participación de mercado perdida». En el caso de Arabia Saudita, podría aumentar la producción hasta 12 millones de barriles de forma rentable siempre que los precios no caigan por debajo de los 60 dólares por barril. Si se cumplen estas cifras «aún se beneficiaría de mayores ingresos por exportaciones de petróleo e impulsará el crecimiento de su PIB».
El fuego de Trump puede cambiarlo todo
En ese sentido, si bien todos dan por hecho que no habría que esperar una gran desescalada, sino un abandono paulatino de los cuotas, la realidad es que se avecina un periodo de máxima presión para el grupo. Donald Trump ha amenazado con que hará todo lo que esté en su mano para forzar que todo ese crudo reprimido vuelva al mercado. Y, a pesar de que los expertos esperan que los países de la alianza petrolera no den su brazo a torcer, la realidad es que esta presión podría suponer un descalabro para el barril.
«La OPEP aún no ha dado señales de modificar sus planes de producción o abandonar su alianza con Rusia y sus otros aliados no pertenecientes a la OPEP. Si diera marcha atrás en su política actual y comenzara una batalla por la participación en el mercado, esto podría afectar seriamente los precios del petróleo y socavar la capacidad de Rusia para financiar su guerra en Ucrania», comentan los expertos de S&P Global.
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