09/01/2025 DIARIO DEL PUERTO
Donald Trump, a las puertas de ocupar por segunda vez el cargo de presidente de los Estados Unidos, no descarta el uso de la fuerza para retomar el control del Canal de Panamá.
“Puede que haya que hacer algo”, ha declarado el próximo presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
En una rueda de prensa en su residencia de Florida, Mar-a-Lago, el presidente electo no rehusó a hacer uso de la coerción militar o económica para obligar a Panamá a que renuncie a controlar el Canal que Estados Unidos construyó hace ya más de un siglo.
Entre otras consideraciones en una hora de conferencia de prensa, Trump señaló además que no descartar obligar a Dinamarca a vender Groenlandia a Estados Unidos o que “se va a desatar el infierno en Medio Oriente” si no se liberan a los rehenes de Hamás antes de que tome la posesión del cargo.
En este contexto de declaraciones, Trump afirmó que no descartaría el uso de la fuerza militar para recuperar el Canal de Panamá, que fue devuelto a este país a finales de los noventa mediante tratado. Y en aras de “hacer Estados Unidos grande otra vez”, insinuó que su gobierno renombraría el golfo de México como “golfo de América”. Trump acusa a Panamá de imponer tarifas de tránsito muy elevadas para los barcos estadounidenses, los cuales hacen uso del canal para conectar el Atlántico y el Pacífico.
Según sus propias palabras, “el canal de Panamá fue construido para nuestro ejército”, advirtiendo a continuación del peso que está adquiriendo China en su posición respecto al comercio internacional. “Básicamente China está tomando el control del canal”, añadió Trump el pasado martes. El presidente electo criticó al expresidente Jimmy Carter por firmar el tratado para ceder el control del Canal al país panameño.
Trump acusa a Panamá de imponer tarifas de tránsito muy elevadas para los barcos estadounidenses
“No puedo asegurarles que vaya a descartar las opciones económica o militar; pero en todo caso puedo decir que los necesitamos (en referencia a Groenlandia y el Canal de Panamá) para nuestra seguridad económica”, dijo Trump, quien incidió en que “el Canal de Panamá es vital para nosotros”, recordando las vidas de los norteamericanos que se perdieron durante la invasión al país para acabar con la dictadura de Manuel Antonio Noriega, acusado de narcotráfico y vínculos con el cartel de Medellín de Pablo Escobar. Para Trump “es un abuso que lo que se entregó a Panamá como un regalo esté en manos de China”, apostillando que “nunca debió haberse tomado esta decisión”.
La respuesta de Panamá
Esta no es la primera vez que Trump se pronuncia en las últimas semanas sobre el canal. Precisamente al respecto, José Raúl Mulino, presidente de Panamá, advirtió el 22 de diciembre que “cada metro cuadrado del Canal de Panamá y sus zonas adyacentes es parte de Panamá, y seguirá siéndolo”. Y añadió: “La soberanía e independencia de nuestro país no son negociables”.
También, por su parte, el canciller panameño, Javier Martínez-Acha, declaró ante la prensa esta misma semana que el Canal de Panamá “es parte de la lucha de Panamá por su soberanía plena y una conquista irreversible”. Aunque en un tono más conciliador expresó que “cuando el presidente electo asuma el cargo el próximo 20 de enero, la relación de los Estados Unidos y Panamá se manejará por los canales formales, habituales y correspondientes”.
Javier Martínez-Acha reiteró el martes lo que ya había manifestado el presidente Raúl Mulino: “Las únicas manos que controlan el canal son panameñas y así seguirá siendo”, negando la acusación por parte de Trump de que China controla el canal que comunica el Atlántico y el Pacífico: “No hay soldados chinos en el Canal, por el amor de Dios (…) El mundo es libre de visitar el Canal”, dijo.
El 31 de diciembre de 1999, terminó de ejecutarse los tratados para la entrega formal del control del Canal al país de Panamá.
Construido por Estados Unidos entre 1904 y 1914, fue gestionado por este país durante décadas. Esta gestión provocó el estallido de disturbios en 1964 en contra del control norteamericano. Por ello, en 1977 el presidente panameño Omar Efraín Torrijos y Jimmy Carter firmaron los Tratados Torrijos-Carter, que garantizaban la neutralidad permanente del canal. Años más tarde (en 1999) Panamá asumió el control total del Canal mediante la Autoridad del Canal de Panamá.
Mientras que Trump considera el cambio climático un engaño, esta es la razón principal que justifica las tarifas al alza en el canal en los últimos tiempos, debido a que, a partir de 2023, Panamá experimentó una grave sequía que generó grandes limitaciones operativas.
Desde Panamá se recuerda que todos los países están sujetos a las mismas tarifas y solo varían en función del tamaño del barco.
“Precios exorbitantes” y el control “en su totalidad, rápidamente y sin cuestionamientos”
Donald Trump ha afirmado que Panamá cobra a los barcos procedentes de Estados Unidos “precios exorbitantes” y, por ello, ha amenazado al país centroamericano que, si no se reducen sus tarifas tras la toma de posesión de su cargo el próximo 20 de enero, exigirá el control total del canal por parte de Estados Unidos “en su totalidad, rápidamente y sin cuestionamientos”.
En una publicación emitida el pasado sábado en la red social Truth Social, Donald Trump también advirtió que no dejaría que el canal cayera en las “manos equivocadas”, y criticó la influencia china en el paso, escribiendo que el canal no debería ser administrado por el gigante asiático. No obstante, China no controla ni administra el canal. La única presencia de origen china en la región es la de una filial de CK Hutchison Holdings, que gestiona dos puertos situados en las entradas caribeña y pacífica del Canal.
Las declaraciones de Trump se producen en un momento clave para la puesta en valor de la trascendencia operativa del canal. No olvidemos que a finales de 2023 , el canal de Panamá anunció la restricción a 31 buques del tránsito por esta vía transoceánica con el fin de ahorrar agua. La sequía provocada por el cambio climático afectó al país y llevó a la Autoridad del Canal a llevar a cabo un paquete de medidas cuyo objetivo principal fue reducir los tránsitos para garantizar la operatividad. El promedio de tránsitos por el Canal se ciñó a 31 buques por día, nueve por la esclusa neopanamax y 22 por la panamax, lográndose regresar a la normalidad tras el verano de 2024.
Tal y como informó Diario del Puerto el pasado mes de noviembre, de cara al año fiscal 2024-2025 la Autoridad del Canal de Panamá prevé volver a las cifras previas a la sequía. En concreto, el tránsito de buques de alto calado se espera que ronde los 12.582 tránsitos, lo que significa un crecimiento del 26,5% con respecto al ejercicio fiscal 2023-2024. De la misma forma, las toneladas transportadas a través del canal de Panamá ascenderían el próximo ejercicio fiscal a 520 millones de toneladas, lo que implicaría un crecimiento del 23%. Los ingresos operativos se espera que alcancen los 5.624 millones de balboas.
En lo que respecta a los datos del último balance fiscal, según detalló en octubre el administrador del Canal de Panamá, Ricaurte Vásquez, en el ejercicio fiscal 2023-2024 el Canal vio como los ingresos económicos crecieron un 1% para superar los 4,.986 millones de balboas. Asimismo, los costes operativos disminuyeron un 5%.
… y mientras, Panamá celebra 25 años de “SU” Canal
El pasado 31 de diciembre, Panamá celebró por todo lo alto el 25 aniversario del traspaso del Canal al dominio del país. En un multitudinario evento conmemorativo se reafirmó que Panamá es el dueño pleno de la vía marítima.
Durante el evento, el presidente de la república, José Raúl Mulino, ensalzó la trascendencia histórica del canal para la soberanía y su impacto positivo en el mundo.
El presidente dedicó unas palabras a la nación y, aludiendo a dicho traspaso en 1999, indicó que “desde entonces ha sido motivo de orgullo, no solo para los panameños, sino un ejemplo para el mundo”.
“En nuestras manos el Canal no ha parado de crecer y son nuestras manos las que aportan para que el comercio internacional avance por un camino de progreso. Pueden estar tranquilos, en nuestras manos el Canal se va a quedar para siempre”, concluyó.
Nicaragua marca el camino de los intereses estratégicos de China
Más allá de la autonomía de gestión de Panamá y su canal, el debate abierto por Donald Trump busca aprovecharse del constatado interés de China por tener influencia logística en centroamérica y en el corredor entre ambas vertientes oceánicas.
A este respecto, tal y como informó el pasado 26 de noviembre Diario del Puerto, Nicaragua está estudiando la creación de un nuevo canal interoceánico tan ancho que “facilitará que puedan navegar los barcos más grandes que haya en el mundo”, con China como principal agente interesado.
El pasado mes de mayo, la Asamblea Nacional Nicaragüense decidió anular la ley en la que se otorgaba al empresario chino Wang Jing el contrato de obras de construcción del nuevo Canal Interoceánico de Nicaragua, de acuerdo con el proyecto diseñado en el año 2013. Sin embargo, en noviembre nació esta nueva propuesta más ambiciosa, anunciada por el presidente sandinista Daniel Ortega. Se trata de una nueva vía navegable que roturaría de Este a Oeste Nicaragua con una longitud de 445 kilómetros para unir Puerto Corinto, en el océano Pacífico, con Puerto Bluefields, enclave en construcción en el Atlántico. El nuevo proyecto presenta, por tanto, casi el doble del recorrido del fracasado primer proyecto.
La propuesta fue anunciada el pasado mes de noviembre durante la celebración de la XVII Cumbre Empresarial China-Latinoamérica y el Caribe, celebrada en Managua y ante una representación de empresarios chinos. El presidente de Nicaragua se encargó de mostrar a la delegación china el proyecto y reconoció que la ruta anteriormente diseñada “era más corta” al situarse más al sur, afectar a la franja más estrecha del país y transitar por el corazón del Lago Nicaragua. Considerando también que “siempre existe el riesgo de accidente, pues es un lago de agua dulce, de ahí que optemos ahora por esta otra opción, aunque sea más larga”, señaló. “Estamos ya viendo las dificultades que tiene el Canal de Panamá. Tienen problemas con el agua por la sequía, pero tienen problemas en cuanto a la fluidez y a la capacidad para que puedan pasar los barcos y el tránsito es lento y deben esperar por días y semanas y eso encarece el comercio internacional (…) Debería haber una alternativa y la tenemos en Nicaragua”.
En la cumbre, Ortega evidenció que Nicaragua considera a China como el gran país aliado. Así, que China pueda tomar posición en Nicaragua explicaría la reacción de Trump con el Canal de Panamá.
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