Estibadores y operadores portuarios no ceden y la huelga en la USEC y la USGC sería una realidad a partir del 1 de octubre

30/09/2024 MUNDO MARÍTIMO

Los operadores portuarios y líneas navieras agrupados en la United States Maritime Alliance (USMX) han tratado hasta último momento de instar a la International Longshoremen’s Association (ILA)– que agrupa a unos 45.000 estibadores de la costa este (USEC) y del Golfo (USGC)– a volver a la mesa de negociación días antes de la huelga que podría cerrar más de la mitad de los puertos marítimos de Estados Unidos. Fuentes relacionadas con las negociaciones indican que la asociación sindical ha afirmado que no negociará hasta que la patronal acepte un aumento salarial del 77%, extendido en un plazo de seis años. También se ha mostrado como un punto de conflicto la disconformidad ante los planes de automatización de algunas de las terminales.

Cabe mencionar que los estibadores del ILA se encuentran entre los trabajadores mejor pagados de Estados Unidos. Gracias a las normas de trabajo y a los requisitos sobre horas extraordinarias, la tarifa básica de US$39 por hora que reciben se traduce a menudo en un salario anual de seis cifras. La ILA argumenta que sus miembros merecen un gran aumento después de haber trabajado durante la pandemia de Covid-19, cuando las mayores líneas navieras del mundo obtuvieron beneficios récord por valor de cientos de miles de millones de dólares.

Por su parte la USMX, en una de sus últimas jugadas, presentó una queja ante la Junta Nacional de Relaciones Laborales de Estados Unidos, debido a la reiterada negativa de la ILA a volver a las negociaciones. Asimismo, pidió al organismo regulador que ordenara a la asociación sindical que iniciara las negociaciones sobre un nuevo contrato que cubriera los 36 puertos desde Maine hasta Texas antes de que expirara el convenio vigente este 30 de septiembre.

Posición del Gobierno

El retail y fabricantes, ante la gravedad de los hechos que se avecinan han solicitado a la administración de Joe Biden que intervenga para evitar una huelga que sacudiría las cadenas de suministro y afectaría a la economía estadounidense en vísperas de la crucial temporada de compras navideñas y a sólo cinco semanas de las elecciones presidenciales. En ese sentido, funcionarios de la administración Biden han dicho que están supervisando el punto muerto, pero hasta ahora se han negado a intervenir. Sin embargo, se reconoce soterradamente la presión que implica el impacto económico de un cierre portuario estimado en varios miles de millones de dólares por día con las elecciones presidenciales acercándose y apremia la idea de no permitir que una huelga se prolongue demasiado.

Un funcionario de la Casa Blanca reiteró que el Presidente no tiene intención de invocar una ley federal conocida como Ley Taft-Hartley para impedir una huelga. “Animamos a todas las partes a que acudan a la mesa de negociación y negocien de buena fe. Altos funcionarios de la Casa Blanca, el Departamento de Trabajo y el Departamento de Transporte están en contacto con las partes y transmitiéndoles el mensaje directamente”, agregó.

Medidas tomadas por las líneas navieras

MSC, en una alerta a sus clientes publicada el 26 de septiembre, dijo que las conversaciones entre la asociación sindical y los empleadores portuarios “pueden no resolverse” antes de la fecha límite del 30 de septiembre, dando lugar a cierres en las terminales a partir del 1 de octubre. Ello retrasaría el envío de contenedores -tanto de importación como de exportación- por camión y ferrocarril a través de los puertos de Boston a Houston. “Es posible que sea necesario realizar ajustes en las reservas, incluyendo traslados a otros buques o cancelaciones”, señala la línea naviera que agrega que seguirá aceptando solicitudes de servicios de carga dry, aunque se reserva el derecho de “no aceptar nuevas reservas de refrigerados”.

Hapag-Lloyd, por su parte, advirtió de que la huelga elevaría los precios de los fletes: “Se espera que aumenten los costos de transporte, incluidos los fletes, el almacenamiento y las tarifas de transporte terrestre, debido a la mayor demanda de rutas y servicios portuarios alternativos. También pueden aplicarse recargos de emergencia para tener en cuenta la movilización adicional y la congestión”.

De hecho, ya varias han aplicado recargos que van desde los 400 a los 3.000 dólares por FEU para todos los contenedores de la USEC y la USGC a partir de octubre. Otras han dejado de aceptar nuevas reservas de exportación en previsión de la huelga. Hapag-Lloyd anunció que los contenedores que ya están en ruta hacia los puertos afectados no serán desviados.

Impacto

Muchos puertos de la USEC y la USGC ampliaron su horario de operaciones la semana pasada para que los importadores pudieran retirar la carga de los muelles antes del cierre previsto para este martes 1 de octubre. Los puertos y los operadores ferroviarios también están fijando plazos para las recogidas y entregas finales, con especial preocupación por la carga refrigerada que se trasladan desde los puertos o se cargan en buques antes de la fecha límite para evitar que queden desatendidos en los patios de contenedores.

Se estima que cada semana que se paralice la carga y se creen atascos implicará un mes para poder ser despejados, porque los puertos de la costa oeste (USWC) -que podrían convertirse en puertas alternativas para el comercio de bienes- ya funcionan al límite de su capacidad.

Cabe recordar que, durante la pandemia, muchos importadores acumularon importantes cobros recargos por almacenamiento de contenedores que no pudieron sacar de los patios de contenedores debido a la extrema congestión portuaria. En previsión de contenedores atascados durante una huelga, la FMC ha emitido un aviso esta semana advirtiendo a las líneas navieras y a los operadores portuarios contra recargos injustos, y algunos ya han anunciado que detendrán el reloj de los cargos por detención y demora durante la huelga.

Aunque muchos contenedores y buques estarán atascados en la USEC y la USGC hasta que se reanuden las operaciones, otros serán desviados o trasladados a los servicios de la Costa Oeste. A pesar de que un número récord de contenedores arribaron a los hubs de la USWC el mes pasado, las operaciones se mantuvieron sin problemas. Los operadores atribuyen parte de este éxito a las lecciones aprendidas durante la pandemia, incluida una mayor capacidad de almacenamiento, una mejor gestión de los chasis y la implementación de patios de contenedores a distancia de los muelles de atraque.

Pero como los puertos de ILA representan aproximadamente la mitad de toda la movilización de contenedores de Estados Unidos, un cierre prolongado aún resultaría en congestión y demoras también en los puertos de la UEWC, lo que contribuiría a una presión al alza adicional sobre las tarifas junto con el aumento de la demanda.