13/04/2024 LOGÍSTICA PROFESIONAL
La red de aeropuertos de Aena en España movió 91.752 toneladas de mercancías durante el pasado mes de enero, esto supone un aumento del 23,1% con respecto al mismo periodo de 2023 y un récord histórico para el primer mes del año, manteniendo la tendencia alcista de 2023.
El aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas registró el mayor volumen de carga con 55.051 toneladas, un 24,5% más con respecto al mismo mes de 2023. Le siguen Josep Tarradellas Barcelona-El Prat, aumentó un 28,4% con 13.644 toneladas; Zaragoza, que registró 10.791 toneladas (+33,3%); y Vitoria, con 5.964 toneladas (+5,3%). En este periodo, se batieron récord de mercancías en un mes de enero en los aeropuertos Adolfo Suárez Madrid-Barajas y Santiago-Rosalía de Castro.
Ante estas cifras, Nuria Lacaci, secretaria general de ACE (Asociación de Cargadores de España), analiza la situación: “Los aeropuertos españoles han registrado, en el mes de enero, un incremento del 23,1% en el volumen de carga aérea con respecto al mismo periodo de 2023. Este dato refleja el impacto de la crisis del Mar Rojo, que está provocando el trasvase de mercancía del modo marítimo hacia el modo aéreo”.
“Lo que sí se han implantado son combinaciones de mar-aire, que, en su tramo marítimo, acercan la mercancía desde Asia a Oriente Medio, y en su tramo aéreo, aprovechan rutas de aviones de pasajeros”, Nuria Lacaci, secretaria general de ACE (Asociación de Cargadores de España).
“No todos los productos son susceptibles de ser transportados por vía aérea, pero aquellos que soportan mejor los elevados fletes aéreos, como la tecnología; los que precisan de un reducido tiempo de tránsito, como los productos farmacéuticos; o los que tienen bajo peso, como el textil, sí que han optado por utilizar la vía aérea. Tampoco todo el volumen de estas mercancías que utilizaban la vía marítima se puede trasladar al avión, ya que este modo está dimensionado para mover tan solo el 1% de la mercancía mundial y, por tanto, no tiene la capacidad suficiente. Lo que sí se han implantado son combinaciones de mar-aire, que, en su tramo marítimo, acercan la mercancía desde Asia a Oriente Medio, y en su tramo aéreo, aprovechan rutas de aviones de pasajeros que, por su elevada frecuencia o baja demanda de carga, tienen suficiente capacidad en bodega, y, además, los fletes son más bajos. De esta manera se acerca la mercancía a los destinos finales en trayectos algo más caros, pero de menor tiempo de tránsito que el correspondiente al recorrido marítimo por el cabo de buena esperanza”, concluye Lacaci.
