27/07/2023 DIARIO DEL PUERTO
Las nuevas tecnologías, asociadas a la digitalización de procesos y los sistemas de gestión para ganar en eficiencia y sostenibilidad, se abren paso en los puertos ante la urgente necesidad de no perder competitividad.
Como consecuencia de la pandemia, de los desajustes que se produjeron en la cadena de suministro global y de las tendencias a las que se enfrenta el sector marítimo portuario (gigantismo, alianzas y nuevas normativas ambientales), la necesidad de lograr que la transformación digital aterrice en los ecosistemas portuarios se va haciendo cada vez más urgente.
La portuaria siempre ha sido una de las industrias más innovadoras (buques, maquinaria, tecnología aplicada…), pero aún tiene que serlo más para no perder competitividad.
En este contexto, tecnologías disruptivas como la inteligencia artificial, Internet de las Cosas (IoT), las redes de sensores, o los sistemas de registro distribuido como el blockchain, ya están siendo testadas en acciones relevantes del día a día portuario como la coordinación entre autoridades portuarias y la comunidad portuaria, la realización de predicciones fiables de tráficos y escalas de buques, la planificación y gestión de las operativas de las terminales, la gestión de los accesos de camiones en los puertos y terminales e incluso en operativas de seguridad relacionadas con el personal portuario, pasajeros de líneas regulares, cruceros y operadores logísticos.
Sin estandarización ni formación
Sin embargo, el pleno aprovechamiento de las ventajas asociadas a la digitalización de la actividad portuaria se enfrenta, por un lado, a una insuficiente estandarización. Armadores, propietarios de la carga, autoridades, puertos, operadores de terminales, transitarios y transportistas tienen sus propios sistemas y procesos y la falta de estandarización dificulta compartir información e integrar sistemas, algo esencial para la digitalización. Sin estandarización es difícil rastrear la carga, comprobar el rendimiento de los buques y grúas u obtener una visión integral de la logística de cualquier enclave, con lo que no se puede hacer un análisis de las ineficiencias y demoras, ni generar estudios de riesgos, hitos esenciales para resolver las acciones que generan lastre en la actividad.
Por otro lado, también hay que reconocer la escasa formación y cultura digital del sector. Para lograr la digitalización de la industria marítima y portuaria habrá que romper barreras culturales y organizativas acerca de la digitalización con el objeto de incrementar el personal cualificado y con experiencia que implemente y administre los sistemas digitales en un entorno de seguridad.
En este punto hay que poner en valor el papel que están jugando los centros de formación e investigación portuarios y logísticos que ya están poniendo en marcha formaciones específicas para que la transformación digital sea posible en el sector.

Finalmente, otro reto al que deben responder las tecnologías disruptivas es su propia razón de ser: su innovación y disrupción. La novedad de las herramientas, ya que muchas de estas soluciones todavía son tecnologías emergentes que están siendo evaluadas y probadas para su uso en el ecosistema digital del puerto, impide su multiplicación e implantación masiva.
Así y todo, la localización y seguimiento de camiones, buques, trenes y contenedores en tiempo real ya es algo habitual, así como los sistemas de reconocimiento facial o de matrículas de contenedor y vehículos hacen un uso intensivo de sistemas de inteligencia artificial. Las tecnologías asociadas a la ciberseguridad ya forman parte de cualquier proveedor de servicios digitales; y el blockchain está demostrando ser una solución para incrementar la confiabilidad de los datos y procesos. La innovación se abre paso.
Megabuques y sostenibilidad
Junto al reto de la digitalización, los puertos buscan ser sostenibles y los megabuques no sólo se presentan como el ejemplo de la eficiencia al conseguir materializar economías de escala gracias a su gran capacidad de carga, sino que, al ser de moderna construcción, suelen están preparados para conectarse a la red eléctrica en sus estancias en puerto. En consecuencia, los gigantes del mar son unos de los mejores aliados de la sostenibilidad marítima, una sostenibilidad apoyada en el lado tierra por las autoridades portuarias que están apostando por la electrificación de sus muelles.
Los puertos de Algeciras y Tarifa ofertarán OPS (OnShore Power Suply) antes de 2025. El OPS llegará primero a los muelles de pasajeros de Algeciras y Tarifa, para extenderse hasta 2030 a las terminales de contenedores y resto a atraques.
El primer proyecto OPS en el Puerto de València se ubicará en el muelle Transversal de Costa-MSC y supondrá una inversión de 11 millones de euros. En septiembre se pondrá en marcha el segundo proyecto que se ubicará en la terminal de Baleària y Trasmediterránea.
Por su parte, el Port de Barcelona invertirá 110 millones de euros en su proyecto Nexigen para descarbonizar la actividad portuaria y mejorar la calidad del aire. De este total, 90 millones serán para sistemas OPS. El objetivo es que, en el 2030, el Port de Barcelona tenga electrificados todos los puntos de atraque de los cruceros, el muelle Prat y las terminales de ferris de la dársena de Sant Bertran y el muelle de Costa.

El Puerto de Yangshan (China), el más eficiente
Y mientras la digitalización transforma la actividad portuaria de manera global, su eficiencia la constata la tercera edición del Índice de Desempeño de los Puertos de Contenedores (CPPI, por sus siglas en inglés), elaborado por el Banco Mundial, que ha confirmado que las condiciones operativas de los puertos internacionales mejoraron en 2022 tras los niveles de interrupción provocados por la COVID-19.
“Los puertos han ido resolviendo los cuellos de botella, los problemas de congestión y los retrasos”, apunta el Índice del Banco Mundial. No obstante, matiza, “aún hay margen para aumentar la eficiencia, ya que los datos indican que una mayor digitalización de los procesos portuarios y la modernización de la infraestructura mejorarían la productividad, el servicio al cliente y las reducciones de emisiones”.
Sobre el ránking de 2022, el índice señala que el puerto de contenedores más eficiente del mundo fue el de Yangshan (China), que alcanzó el primer lugar de la clasificación a pesar de los períodos de fuertes perturbaciones sufridos por los tifones y otros factores exógenos.
Al Puerto de Yangshan le siguieron Salalah (Omán), como segundo; Khalifa (Abu Dabi), tercero y Tánger Med (Marruecos), cuarto.
Según el CPPI, los puertos de América Latina mostraron una mejora notable durante 2022, destacándose la actuación del puerto colombiano de Cartagena, que ocupó el quinto lugar en la clasificación global, y el Puerto de Posorja (Ecuador) que alcanzó el puesto 19.
En Asia sudoriental, los enclaves que destacaron por sus registros de eficiencia fueron: el Puerto de Tanjung Pelepas (Malasia) que ocupó el octavo puesto, Cai Mep (Vietnam) que cerró en el puesto 12 y el Puerto de Singapur (Singapur) que se colocó en el puesto 18.
En Europa, Algeciras (España), en el puesto 16, fue el puerto mejor clasificado.
Los mejores puertos de América del Norte fueron los estadounidenses Wilmington (Carolina del Norte) y Virginia que alcanzaron las plazas 44 y 52, respectivamente, muy lejos de los puestos de cabeza víctimas de la congestión portuaria que azotó Estados Unidos durante gran parte del año 2022.
Finalmente, en el continente africano, el mejor resultado fue obtenido por el Puerto de Berebera (Somalia), que ocupó el puesto 144. “Mejorar la eficiencia portuaria es esencial para contribuir al crecimiento y al desarrollo de África”, concluyó Martin Humphreys, economista principal de Transporte del Banco Mundial.

Puertos y Terminales
Con el objetivo de analizar la actualidad de los puertos de interés general, sus tráficos, proyectos, previsiones e inversiones, Diario del Puerto Publicaciones edita, un año más, su monográfico “Puertos y Terminales”.
El especial recopila, por un lado, las primeras impresiones registradas por el sector marítimo, tras el cierre de los cinco primeros meses del año 2023 y el análisis de 2022; y, por otro, cuáles son las principales tendencias detectadas en la actividad portuaria, marcada, comono podía ser de otra forma, por el gigantismo de los buques, la búsqueda de la sostenibilidad y la digitalización de los procesos, tanto en los puertos como en las terminales.
Las 28 autoridades portuarias del país adquieren protagonismo al contar con un espacio propio en el que presentan: su información de contacto y puertos gestionados, datos de la presidenta o presidente, las terminales concesionadas y de gestión propia, sus magnitudes básicas de tráfico de 2022 y sus principales obras, proyectos e inversiones.
“Puertos y Terminales” se completa con unas páginas especiales que desarrollan la actualidad de los principales puertos internacionales y sus previsiones.