24/05/2023 TRANSPORT INTELLIGENCE
El número de contenedores movidos ha descendido un 22% interanual en abril, hasta un total en el mes de 688.110 TEU. Sin embargo, hay señales de que la situación se está estabilizando ya que los volúmenes comparativos han mejorado desde el mínimo de febrero.
La razón de estas cifras está en las importaciones, que disminuyeron un 25 % interanual, mientras que la cantidad de contenedores vacíos manejados también disminuyó un 23 % debido a la menor demanda en Asia. Para el Puerto de Los Ángeles, el rendimiento del volumen de contenedores es un 18% más bajo que el promedio de cinco años.
La dirección del puerto cree que las razones de la caída son claras. El Director Ejecutivo del Puerto de Los Ángeles, Gene Seroka, comentó: “Tenemos una economía global que se está enfriando…. los almacenes están repletos de inventario obsoleto en todo el país y las prolongadas negociaciones laborales de la Costa Oeste están pesando sobre el mercado”. Cita el último informe de la Asociación Nacional de Minoristas de EE. UU. que afirma que “la alta demanda de bienes observada en los últimos años se ha suavizado”.
Este último punto es vital para comprender las perspectivas del envío de contenedores, pero también la dinámica en otros mercados logísticos como el transporte por carretera, ferroviario y aéreo. El consumidor estadounidense no tiene tanta confianza como en 2022 a pesar del empleo casi total. Una gran influencia en esta confianza es la tasa de inflación y las mayores tasas de interés diseñadas para combatirla. Sin embargo, Gene Seroka hace un comentario valioso sobre el inventario; “Con respecto a los niveles de inventario, el ciclo de reabastecimiento aún no se ha iniciado. Una vez que veamos una reducción en los excedentes de almacén, habrá oportunidades para aumentar los niveles de importación”.
Esto sugiere que si la confianza del consumidor se recupera en el otoño, la necesidad de reabastecerse podría aumentar la necesidad de transporte de carga tanto en el mar como particularmente en sectores como el de la carga aérea. Esto también tendría implicaciones para las tarifas de flete, con la perspectiva de que una mayor demanda absorba parte de la nueva capacidad de envío que entra en servicio y, por lo tanto, limite la caída de los precios.