La carretera pone el foco en la inmigración

21/03/2023 TRANSPORTE XXI

Hispanoamérica puede representar una solución urgente a la falta de conductores profesionales, según una jornada organizada en Madrid de manera conjunta por Astic, Fundación Corell, Confebus y AT Academia del Transportista.

El transporte por carretera sigue alertando sobre la falta creciente de conductores profesionales. A medio o largo plazo, se empiezan a sentar las bases para que la situación mejore en base a una formación reglada, pero las soluciones a corto plazo son también urgentes. Así se puso de manifiesto en el marco de la jornada ‘La FP del transporte y la movilidad segura y sostenible’, organizada por Astic, Fundación Corell, Confebus y AT Academia del Transportista.

En el transporte de mercancías por carretera “entre el 17 y el 25 por ciento de los puestos de conducción ofertados por las empresas se quedan sin cubrir”, alertó Ramón Valdivia, vicepresidente ejecutivo de Astic. El fenómeno se repite en toda Europa, pero resulta más significativo en un país como España, que tiene una tasa de paro del 13 por ciento. “Es una paradoja importante”, lamentó Valdivia.

La situación de alarma que denuncian las empresas del sector se traduce en que, actualmente, “solo uno de cada cuatro conductores del sector tiene menos de 50 años y que de aquí a cinco o seis años, nos vamos a encontrar con un tercio de la fuerza laboral disminuida”, incidió el vicepresidente ejecutivo de Astic. “Es un tema estratégico para la economía del país”, insistió.

España es el segundo país europeo en transporte internacional por carretera. Por tanto, “es un sector dinámico que necesita nuevos profesionales y la situación es muy preocupante”, resaltó. Además, las características propias del sector en España, con una fuerte fragmentación, también contribuyen a hurgar en esta herida, ya que “es muy difícil atraer talento con empresas de dos o tres empleados”.

Ante esta situación, Valdivia definió como “necesidad vital de la economía española” apostar por soluciones urgentes. En este sentido, mencionó a los países de habla hispana como “fuente de personas que pueden hacer esta función y la digitalización de la formación puede jugar un papel importante”, remató.

En este contexto, “siempre pongo el ejemplo de la Marina Mercante europea, en la que salvo el capitán y poco más, el resto son personas de terceros países”. Para Valdivia, “conseguir que los europeos se suban al camión nos va a costar trabajo” y recordó que para 2050 se espera un crecimiento del transporte de mercancías en Europa del 60 por ciento sobre lo que hay actualmente. “Todo esto con un 30 por ciento menos de profesionales”, alertó.

Futuro

Por su parte, Miguel Ángel Ochoa, presidente de la Fundación Corell, puso el foco en “el equilibrio bastante problemático entre necesidades y capacidades” que padece el sector. Además, “el futuro va a peor”, como consecuencia de aspectos como “el descenso de la natalidad o de la elevada edad media de los conductores profesionales”.

Ochoa se refirió a medidas como el aumento de la capacidad de los camiones, “no ya con las 44 toneladas, sino con las 60 toneladas”, si bien “tienen una evolución limitada, por lo que no se va a compensar ese desequilibrio, lo que se va a traducir en que la productividad de nuestra economía baje”, advirtió.

A su vez, Rafael Barbadillo, presidente de Confebus, recordó que la cantera de conductores para el sector había venido siendo el servicio militar, que con su desaparición en 1997 ha venido a complicar el panorama, según señaló. Barbadillo fue muy crítico con las medidas planteadas en materia de formación para tratar de paliar este problema, puesto que “estamos hablando de formación de 2.000 horas, por lo que parece que vamos a tener notarios conduciendo camiones y autobuses”.

Para Barbadillo, “esto va a agrandar el problema de la falta de conductores”. En esta línea, “quiero ser claro, o adaptan la formación al puesto de trabajo o vamos a tener serias dificultades para que puedan acceder al sector”.

Inmigración

El presidente de Confebus insistió en que el problema está ya aquí, por lo que “la inmigración es la solución”. En este sentido, “la teleformación puede adaptar el perfil del trabajador que viene de fuera”, matizó. Y es que “tenemos un problema serio y con lo que se está hablando de una formación con CAP pero sin permiso de conducir, no se resuelve”, resaltó.

Para el vicepresidente de la Asociación Española del Transporte (AET), Juan Manuel Martínez Mourín, “existe un desacople y una asincronía entre la sociedad y las empresas y los reguladores”. Para Martínez, el sector tiene problemas como el de “modernización, en el que gracias a las tecnologías y la digitalización se puede avanzar” y el de la gestión del talento, “en el que una solución a corto plazo es complicada”.

A su vez, el CEO de AT Academia del Transportista, Luis Miguel Soto, se mostró partidario de imitar el antiguo modelo de formación de conductores del Ejército a través de las autoescuelas. “De esta manera, el gap entre oferta y demanda se irá reduciendo”, señaló.

La jornada fue inaugurada por María José Rallo, secretaria general de Transportes y Movilidad del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma), que hizo hincapié en que “el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia concede una gran importancia a la formación, sobre todo en capacitaciones digitales, a las que se dedican 32 millones de euros”.

Mientras, el director general de Transporte Terrestre del Mitma, Jaime Moreno, reconoció que el sector tiene “problemas para captar talento”, principalmente en el ámbito de la conducción. Moreno señaló que “es necesario poner el foco en que esas vacantes se puedan cubrir por el sistema educativo, tanto de conductores como de otros perfiles”. En esta línea, “la FP debe ser una de las soluciones que ayude a captar nuevos conductores profesionales”, matizó.

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