Para conocer en detalle cuáles son las líneas estratégicas que se está desarrollando la Autoridad Portuaria de A Coruña, este Diario entrevista a su presidente, Martín Fernández Prado.

Esas declaraciones siguen siendo absolutamente válidas y vigentes, y de hecho los procesos están en marcha. Tomé posesión de mi cargo en plena pandemia, cuando las restricciones marcaban, como a todos los sectores, la evolución de nuestra actividad. Aun así, fuimos capaces de iniciar esa reflexión sobre el modelo de puerto que queremos, nuestro papel en el entorno metropolitano y nuestra idea de la ciudad del futuro. Y la reflexión se complementó con la acción.

Hemos tenido decenas de reuniones con todas las administraciones para avanzar en proyectos pendientes como la reurbanización de los terrenos portuarios, el tren de Punta Langosteira o la puesta en práctica de A Coruña Green Port; hemos abierto los muelles a los ciudadanos, estamos recuperando los tráficos a niveles pre-pandemia.

Aunque en las últimas semanas se ha generado incertidumbre con el encarecimiento de la energía y la guerra en Ucrania, el balance es muy positivo, si bien es cierto que nada de esto se hubiera conseguido sin el excelente equipo que me acompaña en la Autoridad Portuaria, la colaboración institucional que hemos logrado y la gran recepción, acogida y trabajo de la Autoridad Portuaria.

En el plan estratégico de cualquier autoridad portuaria encontrará la relación puerto-ciudad como un eje principal, pero en el caso de A Coruña esta prioridad está aún más justificada, por varios motivos.

El primero, que tenemos un puerto urbano, integrado totalmente en la ciudad, que ha contribuido no solo a su crecimiento y desarrollo sino también a la conformación de su identidad marítima y cosmopolita.

El segundo, que estamos ante la enorme oportunidad de completar esa integración a través de la reurbanización de los muelles que quedarán liberados por el traslado de la actividad al Puerto Exterior.

Y el tercero, por no citar otros muchos más, que atesoramos un enorme patrimonio cultural, histórico y narrativo. No se entiende A Coruña sin su Puerto.

Para un urbanista como yo es un privilegio haber asumido esta responsabilidad justo ahora, cuando estamos a las puertas de lograr una de las grandes revoluciones urbanísticas en la historia de nuestra ciudad, integrando la fachada marítima en la trama urbana y, además, con la perspectiva de mantener su titularidad pública.

Por ello, la relación puerto-ciudad es un elemento fundamental en los planes estratégicos de los puertos, sobre todo si son urbanos. En el caso de A Coruña la palabra “integración” cobra una nueva dimensión con el proyecto de reurbanización de los muelles. Va mucho más allá de la relación, porque se trata de una integración física, real, que se entrega a la ciudadanía para formar parte de su territorio y contribuir a la transformación de su entorno y a su calidad de vida de cara al futuro, además de ayudar a financiar la nueva dársena exterior.

Hay que tener en cuenta que A Coruña es una ciudad pequeña, de apenas 37 kilómetros cuadrados, con una alta densidad de población y carencias en equipamientos y espacios libres céntricos. Por ello, la incorporación de espacios portuarios tendrá un impacto muy significativo.

Los puertos urbanos tienden a abrirse a la ciudad, especialmente en sus muelles históricos, que normalmente se van transformando en la medida en que también se transforman las necesidades del tráfico marítimo. El carácter portuario, el paisaje industrial, conforman la identidad de las poblaciones. Ahora bien, no se puede olvidar que los puertos deben seguir siendo puertos y ejercer su función principal: impulsar el crecimiento económico, el desarrollo industrial y la generación de empleo de calidad en su entorno. Los puertos son agentes económicos estratégicos en toda su área de influencia, y esa misión social tiene que estar presente en todo momento.

La pregunta me lleva a pensar en la idea de vecindad. El puerto y la ciudad conforman una misma comunidad, cuyo diálogo ha de ser fundamental para garantizar la mejor convivencia. Un diálogo urbano, con un modelo armónico de integración; un diálogo social, en el que el Puerto se identifique con los ciudadanos y viceversa, y un diálogo institucional, en el que todas las administraciones implicadas trabajen de manera leal, coordinada y sin más voluntad que la de servir a la sociedad. Somos lo mismo, A Coruña no se puede entender sin su puerto, y el objetivo es el mismo: favorecer el bienestar de los coruñeses.

Nuestro reto es conseguir que estos espacios alcancen la mayor calidad urbana posible para ponerlos a disposición de los coruñeses, pero se trata de un proceso complejo, con varias administraciones implicadas. Hemos mantenido numerosas reuniones tanto con Puertos del Estado como con la Xunta de Galicia y el Concello de A Coruña para avanzar en la fórmula de gestión de la primera fase (Batería y Calvo Sotelo), con un acuerdo para mantener la titularidad pública de estos terrenos con aportaciones del Ayuntamiento, en un 75%; la Xunta, un 20%, y la Autoridad Portuaria, con un 5%. Una vez que se firme este acuerdo, trabajaremos entre todos para definir qué hacer con estos espacios, ubicados en un lugar privilegiado de la ciudad, y ponernos manos a la obra con la creación de una entidad de gestión urbanística. Más adelante abordaremos la fase de San Diego.