24/01/2022 TRANSPORTE XXI

El presidente de Puertos del Estado, Álvaro Rodríguez Dapena, resalta la necesidad de la colaboración público-privada para que los enclaves puedan absorber una inversión de 11.000 millones de euros hasta 2025.

“Necesitamos tener espacios para trabajar en común respetando la competencia entre puertos y empresas”, indicó Álvaro Rodriguez Dapena, presidente de Puertos del Estado, el pasado pasado viernes, al término de un evento organizado por Nueva Economía Forum en Madrid. Este es el primero de este tipo al que asiste desde su nombramiento el pasado mes de noviembre.

Rodríguez Dapena consideró vital lograr un “rumbo compartido hacia la excelencia portuaria”, entre lo público y lo privado. El objetivo es poder administrar de una forma correcta un volumen de 11.000 millones de euros que se prevé reciban los enclaves hasta el ejercicio 2025, de los que 4.750 millones serán aportados por la financiación de las Autoridades Portuarias, porque “tenemos deberes del lado mar y del lado tierra”.

El presidente de Puertos del Estado indicó que “durante la pandemia hemos garantizado el abastecimiento y el suministro pese a la irregularidad que hubo en la cadena a escala mundial”, matizando que “en España no hubo congestión en los puertos porque estábamos preparados desde el lado de las infraestructuras”. Señaló que de los 11.000 millones de euros, 1.000 millones se dedicarán a la modernización del intermodal, con la mejora de los accesos ferroviarios internos y externos, y que el sistema portuario recibirá alrededor de 450 millones de euros de los fondos ‘Next Generation’ para proyectos de sostenibilidad ambiental y ferroviarios.

Rodríguez Dapena resaltó el posicionamiento del sistema portuario español en el mundo. Ofreció dos datos. España es el séptimo país del mundo en conectividad marítima, el primero de Europa, y el tiempo de estancia de los buques en los puertos españoles es de una media de 0,6 días, frente a un día de escala en Alemania.

Por su parte, el presidente del organismo público defendió el actual modelo de gobernanza, porque “no es verdad que los puertos sean de las navieras, sino de las autoridades portuarias que deben conciliar los intereses particulares, porque los puertos son de las personas y de las empresas que apuestan por ellos para realizar sus movimientos”.

Preguntado por este aspecto por la revisión del futuro Marco Estratégico, del que Rodríguez Dapena es autor intelectual, explicó que “cada puerto tiene una personalidad propia y tenemos un camino marcado por la Unión Europea, que jerarquizó los puertos”.

Matizó que “hoy, tenemos 46 puertos y es posible que atendiendo a términos económicos tendría que haber una concentración, pero en la práctica es complicado”. Defendió la necesidad de trabajar este tema en el marco de un grupo de trabajo con las autoridades portuarias para analizar una posible reforma en el futuro.

Por su parte, en cuanto a las peticiones de transferencia de la gestión de los puertos por parte de autonomías como Cataluña y País Vasco, Rodríguez Dapena apeló a la Constitución, “hay que cambiar un artículo, lo dejo ahí”, indicó. Para el presidente del organismo público, el modelo actual de cogobernanza “está funcionando” y se “está llegando a acuerdos que requieren energía con las autoridades portuarias en los planes de empresa, cuyos presidentes y la mayoría de los vocales los nombran las comunidades autónomas”.

En el tema económico, anunció que los puertos españoles se encaminan a una reducción progresiva de las tasas, que no puede ser generalizada, sino selectiva “mirando la realidad de cada puerto” y para ello, “hay que adaptar las bonificaciones”. Explicó que el futuro Marco Estratégico sostiene una reducción de las tasas de entre el 15 y 20 por ciento hasta 2030, “por lo que hay flexibilidad, aunque también hay que tener en cuenta que hay mucha inversión por delante”.

Por último, en cuanto a la estiba, se mostró partidario de introducir la mutualización de los Centros Portuarios de Empleo, cambiando la Ley de Empresas de Trabajo Temporal, “para dar estabilidad al sector”. Rodríguez Dapena indicó que “debemos ser facilitadores de un territorio donde la mayoría de las empresas y sindicatos estén cómodos, cumpliendo escrupulosamente la sentencia europea que fija la libertad de establecimiento”.