El transporte internacional habla polaco y español

11/01/2022 TRANSPORTE XXI

Los camiones de transporte internacional de mercancías por carretera llevan la matrícula polaca y española. La estadística recogida en el último informe elaborado por el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana con datos del Eurostat, la oficina estadística de la Comisión Europea, son demoledores.

Pese al fuerte avance de las flotas de Europa del Este, caso de República Checa (+98 por ciento) y Bulgaria (+70 por ciento) en 2020, España mantiene la segunda posición del ranking europeo en toneladas-kilómetro producidas, con una cuota de mercado del 11,2 por ciento, solo por detrás de Polonia, que continúa a años luz del resto de sus más inmediatos perseguidores.

Los camiones españoles realizaron en el año de la pandemia cerca de 78.600 millones de toneladas-kilómetro, con un descenso del 6,1 por ciento, debido al impacto de la crisis sanitaria en la actividad, si bien el aumento desde 2015 se aproxima al 9 por ciento.

La estadística ratifica, un año más, la “competitividad del transporte español por carretera en el ámbito internacional, que sigue representando el 32,4 por ciento de las toneladas-kilómetro producidas por los vehículos pesados españoles”, subrayó a Transporte XXI Ramón Valdivia, vicepresidente ejecutivo de la Asociación del Transporte Internacional por Carretera (Astic).

En cuanto a las toneladas transportadas, la fotografía varía ligeramente. España se sitúa en cuarta posición, con 81,6 millones de toneladas transportadas en 2020 (-5,9 por ciento), lo que equivale al tránsito de unos 3,4 millones de camiones.

La clasificación está liderada por Polonia, con un tráfico de 327 millones de toneladas, que es con diferencia la que más transporte internacional realiza. A continuación aparecen Países Bajos y Alemania. Hay que tener en cuenta que los vehículos españoles tienen menor participación que en las toneladas-kilómetro debido a que realizan desplazamientos más largos. Lo mismo ocurre con los polacos, lituanos y rumanos. En el caso contrario se encuentran los de Países Bajos, Alemania y Bélgica.

Comercio exterior
El protagonismo del transporte español por carretera en el comercio exterior también queda fuera de todas dudas. En el caso de las exportaciones, donde “existe más peligro de que las flotas extranjeras puedan restar carga al sector”, según reiteran fuentes consultadas por este periódico, el dominio es aplastante. Los camiones españoles son, con diferencia, los que más cargan con destino a otros países europeos. En concreto, en 2020, los vehículos pesados españoles canalizaron el 66,8 por ciento de las toneladas transportadas, prácticamente el mismo porcentaje que un año antes. A continuación se encuentra la vecina Portugal, con una cuota del 9,3 por ciento, seguidas por Polonia, Lituania y Rumanía. Lo mismo ocurre con las mercancías recibidas desde el exterior, donde España también gana por goleada. Los camiones españoles movieron en 2020 el 64,7 por ciento de las toneladas con destino a nuestro país.

La estadística también muestra la importancia del cabotaje y el cross trade (triangulaciones), que, sin ser la actividad principal de los transportistas españoles, “sí se revela vital para equilibrar las rutas de entrada y salida a la hora de no hacer kilómetros en vacío”, señaló Valdivia. En este sentido, los vehículos pesados de la UE que realizan más transporte entre terceros países son los de Polonia, seguidos de lejos por los de Lituania, Rumanía y Bulgaria. Una situación que podría dar un importante giro con la entrada en vigor a partir de febrero de la nueva regulación sobre desplazamiento de conductores entre países de la UE y la exigencia del salario mínimo, que “permitirá luchar mejor contra las denominadas empresas buzón y la competencia realizada por empresas sujetas a condiciones salariales más ventajosas”, señalan desde el sector. La nueva regulación exige que los conductores que realicen operaciones de transporte internacional o de cabotaje perciban el salario mínimo del país en el que se efectúa el servicio, excluyendo el tránsito y los transportes bilaterales, actividad principal de los transportistas españoles, que podrían ver reforzado su protagonismo en el ámbito internacional.

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