15/10/2021 REVISTA TRANSPORTE AL DÍA
El pago por uso de las autovías es una realidad y la gran cuestión al respecto es cómo se dará forma a este modelo. El Gobierno trabaja en varías vías, sin el acuerdo de la oposición y del sector transporte. Cuestión sin importancia a su entender, sobre todo porque implantar un modelo de tarificación en toda la red de carreteras de alta ocupación de España es prioridad absoluta. El objetivo es que el sistema esté en vigor en 2023 y 2024, pero parece que se busca a corto plazo utilizar una viñeta anual.
El Gobierno está contemplando la puesta en marcha de una tarifa anual, al más puro estilo ‘viñeta’. Cada conductor deberá llevar pegada en el parabrisas de su coche una pegatina con la que se indica que ha pagado esta tarifa, pudiendo así utilizar las vías de alta capacidad. En caso de no llevarla y ser detectado por el sistema de cámaras con reconocimiento de matrícula, multa. Sobre el papel es un modelo sencillo, de fácil instauración y con beneficios inmediatos ya que, con un coste anual de 80 euros, la recaudación para las arcas del estado sería de 1.500 millones de euros.
El modelo de ‘viñeta’ o tarifa anual a imagen de Suiza, República Checa o Austria es quizá la solución más fácil, pero también la que menos agrada en la Unión Europea. Por ese motivo se concibe casi como un modelo temporal a corto plazo antes de la llegada del sistema de pago por uso de las autovías y autopistas, calcando el sistema de Portugal con una red de pórticos para que un conductor pague por los kilómetros que ha recorrido de manera efectiva, según el tipo de vehículo y otras variables en lugar de una tarifa anual.
Desde Europa se prefiere el modelo vinculado a los kilómetros recorridos. De hecho, Bruselas ha puesto fecha de caducidad a las ‘viñetas’ y ha establecido un plazo de ocho años para que los países que la utilizan se cambien a otros modelos. Resulta curioso que España apuesta por un modelo que tiene fecha límite cuando el objetivo de Europa es que la tarificación por uso tenga en cuenta las emisiones de CO2 que genera cada vehículo. Austria, Hungría, Rumanía, Suiza, Moldavia, Bielorrusia, República Checa, Eslovenia, Eslovaquia, Montenegro y Bulgaria usan modelos de tarificación anual.
