15/10/2021 TRANSPORTE XXI

Desde el sector exigen transparencia y cuestionan una futura ‘joint venture’ con un socio industrial que heredaría los principales activos y tráficos, pero no la deuda.

Renfe Mercancías ha dado inicio al proceso para la búsqueda de un socio industrial. Su consejero delegado, Joaquín del Moral, considera que esta medida representa “la mejor forma de alcanzar el objetivo de convertir a la compañía en un operador logístico integral con presencia internacional”.

“Creemos que es una buena solución de futuro para Renfe Mercancías”, por lo que ya han iniciado el proceso para obtener la autorización por parte de la Comisión Delegada de Asuntos Económicos del Gobierno, previa solicitud del accionista de la compañía, el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana.

Sin embargo, el proyecto de creación de una sociedad conjunta al 50 por ciento con un socio industrial ha levantado muchas suspicacias en el sector. Las empresas competidoras y los propios sindicatos están decididos a poner la lupa tanto en la transparencia del proceso como en la fórmula que se plantee utilizar para poner en marcha esa sociedad conjunta.

El principal temor en el sector es que se produzca un traspaso de los activos y tráficos más rentables a la nueva sociedad, que a su vez nacería sin el lastre de la deuda millonaria que atenaza desde hace años a Renfe Mercancías.

En la práctica, en unos meses podrían convivir en el mercado dos sociedades paralelas. Por un lado, la actual Renfe Mercancías, cien por cien pública, que se quedaría con los activos menos valorados, los tráficos menos rentables y la cuantiosa deuda histórica. Mientras tanto, paralelamente, arrancaría un nuevo operador segregado, libre de deuda y con los mejores activos y tráficos con los que cuenta actualmente en cartera el operador ferroviario público.

“No podemos consentir una maniobra de este tipo”, denuncia a TRANSPORTE XXI el presidente de  la Asociación de Empresas Ferroviarias Privadas (AEFP), Juan Diego Pedrero. “Esto supondría poner en marcha una especie de ‘Renfe Mercancías buena’ que partiría con clara ventaja frente a nuestras empresas, poniéndolas en serio riesgo, mientras la otra hipotética ‘Renfe Mercancías mala’ no tendría ningún futuro y seguiría arrastrando una deuda millonaria que tendremos que asumir entre todos los españoles”, afirma.

En este sentido, “queremos que este proceso se haga de la forma más transparente posible y con las máximas garantías para una competencia leal en el sector ferroviario de mercancías”, añade Pedrero.

“Si esto no es así, nos van a encontrar en todos los frentes posibles, tanto en el judicial como ante la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) o ante la Administración”, advierte. “Estaremos, por ejemplo, ojo avizor también con la posibilidad de subvenciones cruzadas”, añade.

Por su parte, fuentes sindicales han señalado a este periódico desconocer los principales detalles de hoja de ruta que tiene previsto emprender Renfe Mercancías para su privatización parcial. “Estamos a la expectativa, pero lo que nos está llegando no suena nada bien”. En este sentido, “no estamos de acuerdo en que se apueste por privatizar una parte de la actividad de mercancías”, si bien reconocen su escepticismo ante una medida “que se ha intentado en otras ocasiones y finalmente no ha terminado por cuajar”.

En este aspecto, el sindicato de maquinistas Semaf ha sido el más contundente al denunciar públicamente “la estrategia de desmantelamiento del transporte de Mercancías” en el seno de Renfe.

Semaf llama la atención en torno al proceso de adquisición de 44 locomotoras por un valor que supera los 500 millones de euros en el que está inmersa la pública, “que presumiblemente serán traspasadas a la nueva empresa privada”.

A juicio de esta organización sindical, “esta cesión podría suponer un caso de malversación pública”, al crear una empresa con un socio privado, “en la que desviar el principal capital de la empresa pública en cuanto a mercancías”.