Pacto Verde Europeo

10/09/2021 DIARIO DEL PUERTO

En el marco del Pacto Verde Europeo, la Comisión Europea lanzó el pasado 14 de julio lo que se ha venido en llamar “Objetivo 55” (en inglés “Fit for 55”), un ambicioso paquete de normativas para lograr una reducción de las emisiones de CO2 en el continente del 55% antes de 2030 y con respecto a 2019.

La clave es que estos objetivos ya no son aspiraciones ni ambiciones, sino obligaciones establecidas en la primera Ley Europea del Clima, que crea nuevas oportunidades para la innovación, la inversión y el empleo, según la Comisión Europea.

“Las propuestas se basan en las políticas y la legislación que la Unión Europea ya ha puesto en marcha. Así, el Pacto Verde Europeo estableció el plan para este cambio transformador y los pilares de la economía del mañana con estrategias históricas sobre biodiversidad, economía circular, contaminación cero, movilidad sostenible e inteligente”, recuerda la institución europea.

Surge así un paquete de directivas y reglamentos que, según la Comisión, es “el conjunto más completo de propuestas que la CE ha presentado nunca en materia de clima y energía, sentando las bases para nuevos puestos de trabajo y una economía europea resiliente y sostenible de cara al futuro”.

Según la Comisión, “sienta las bases reguladoras para alcanzar los objetivos de manera justa, rentable y competitiva; pone un precio al carbono en nuevos sectores, lo que aporta importantes ingresos adicionales para garantizar una transición justa y hace que las soluciones limpias sean más baratas; apoya un mayor uso de las energías renovables y un mayor ahorro energético; facilita el aumento de las ventas de nuevos vehículos limpios y de combustibles más limpios para el transporte; garantiza que la industria pueda liderar la transición y le ofrece la seguridad que necesita para impulsar la inversión y la innovación; y se centra en gravar las fuentes de energía en consonancia con los objetivos climáticos y medioambientales”.

Al final, el paquete “traduce en la práctica el principio de que quien contamina paga para invertir la creciente incapacidad de la naturaleza para eliminar carbono de la atmósfera y contribuir a garantizar que los objetivos climáticos no se vean socavados por la amenaza de la fuga de carbono, fomentando la lucha mundial contra el cambio climático”.

Transporte

Hay que destacar que el transporte es un eje esencial en el nuevo paquete “Objetivo 55”, ya que hablamos de un sector responsable del 29% de las emisiones globales, de ahí la focalización en el mismo y que sea esencial para conseguir los objetivos propuestos. Hay que subrayar que prácticamente todas las regulaciones propuestas tienen al transporte como eje sostenedor.

Por comenzar a avanzar y profundizar en las distintas medidas, la primera gran propuesta es la creación de un nuevo Fondo Social para el Clima, que contribuirá a mitigar los costes para los colectivos más expuestos al aumento de los precios de los combustibles fósiles durante la transición energética. ¿De dónde saldrá el dinero de ese fondo? Del nuevo comercio de derechos de emisión que se propone para el sector del transporte por carretera.

Los Estados miembros con una mayor proporción de combustibles fósiles en la combinación energética, mayores emisiones de gases de efecto invernadero, una mayor intensidad energética y un menor PIB per cápita también se beneficiarán de un Fondo de Modernización mejorado y reforzado con 192,5 millones de derechos adicionales.

Una piedra angular del paquete es precisamente aprovechar los importantes logros del régimen de comercio de derechos de emisión de la UE reforzándolo y aplicándolo a nuevos sectores en los que hasta ahora no se han reducido las emisiones

Por un lado, como reflejo de la necesidad de una reducción más pronunciada de las emisiones, la Comisión propone que para 2030 sectores cubiertos por el nuevo régimen de comercio de emisiones tengan que reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero en un 61 % en comparación con los niveles de 2005, entre ellos el sector marítimo y el sector aéreo.

El transporte es un eje esencial en el nuevo paquete “Objetivo 55”, ya que hablamos de un sector responsable del 29% de las emisiones globales, de ahí la focalización en el mismo y que sea esencial para conseguir los objetivos propuestos

Presentación del nuevo paquete legislativo “Objetivo 55” el pasado 14 de julio a cargo del comisario Timmermans.
Presentación del nuevo paquete legislativo “Objetivo 55” el pasado 14 de julio a cargo del comisario Timmermans.

Ampliación

En este contexto, la Comisión propone ampliar gradualmente el actual régimen de derechos al sector marítimo durante el período 2023-2025. También se requerirán mayores esfuerzos por parte de los operadores de aviación para reducir sus emisiones, por lo que la Comisión propone eliminar gradualmente los derechos de emisión gratuitos que este sector recibe actualmente.

De igual forma, la Comisión propone empezar a aplicar el comercio de derechos de emisión a partir de 2026 al transporte por carretera. Esto se llevará a cabo en un sistema separado centrado en los proveedores de combustible en fases anteriores, que responsabilice a los productores de combustible de cumplir el sistema, en lugar de exigir la participación directa de los usuarios del transporte por carretera.

A todo esto hay que unir la revisión del Reglamento de reparto del esfuerzo, que facultará a los Estados miembros para adoptar medidas nacionales para hacer frente a las emisiones en los sectores de la construcción, el transporte, la agricultura, los residuos y la pequeña industria. Por tanto, con el transporte de nuevo en el ojo del huracán, la propuesta debe lograr una reducción a escala de la UE del 40% de las emisiones de estos sectores de aquí a 2030 pero en comparación con la situación de 2005.

No hay que olvidar que estos requerimientos tan exigentes pueden llevar a la deslocalización de industrias de Europa y con ello a un fuerte impacto en el sector logístico. La Comisión Europea recuerda que existe un riesgo de fuga de carbono por la transferencia de la producción de la UE a otros países en los que los objetivos de reducción de emisiones sean menos ambiciosos. Si este riesgo se materializa, no habrá reducción de las emisiones mundiales. Por ello, como indica la Comisión, se propone un mecanismo de ajuste en frontera del carbono que fije un precio sobre las importaciones de un número limitado de mercancías muy contaminantes en función de su contenido de carbono.

Refuerzo

Además de la tarificación del carbono y los derechos de emisión, en el programa “Objetivo 55” se consideran necesarias otras medidas para situar el transporte en una senda firme hacia las emisiones cero y reducir la contaminación atmosférica letal. Para ello se proponen cuatro propuestas para la promoción tecnológicamente neutra de vehículos y combustibles más limpios.

En primer lugar, la revisión de las normas de emisión de CO2 para turismos y furgonetas nuevos tiene por objeto seguir reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero de estos vehículos, estableciendo una trayectoria clara y realista hacia una movilidad sin emisiones

En segundo lugar, el Reglamento relativo a la infraestructura para los combustibles alternativos garantizará el despliegue necesario de una infraestructura interoperable y de fácil utilización para la recarga y el repostaje de vehículos más limpios en toda la UE, manteniendo el ritmo de desarrollo del mercado y garantizando que también se cubran las zonas rurales y remotas.

En tercer lugar y cuarto lugar, la Comisión propone promover la utilización de combustibles sostenibles en los sectores aéreo y marítimo como complemento del régimen de comercio de emisiones. La iniciativa para promover combustibles de aviación sostenibles (ReFuelEU) obligará a los proveedores de combustible a combinar un nivel cada vez más elevado de combustibles sostenibles con los actuales combustibles, así como a incentivar la utilización de combustibles sintéticos con bajas emisiones de carbono, conocidos como electrocombustibles. En el caso de la iniciativa para promover combustibles sostenibles en el sector marítimo (FuelEU), establecerá nuevos requisitos para los buques, independientemente de su pabellón, que arriben o zarpen de puertos de la UE, imponiendo un límite máximo al contenido de gases de efecto invernadero de la energía que utilizan y haciéndolo más estricto a lo largo del tiempo.

Estos objetivos ya no son aspiraciones ni ambiciones, sino obligaciones establecidas en la primera Ley Europea del Clima

El transporte por carretera y el transporte marítimo serán incluidos en el nuevo régimen de comercio de derechos de emisiones

Exigencias más destacadas

Al disponer que las emisiones de los vehículos de transporte por carretera nuevos disminuyan un 55 % a partir de 2030 y un 100 % a partir de 2035 en comparación con los niveles de 2021, todos los vehículos nuevos matriculados a partir de 2035 serán de cero emisiones.

Ante la necesidad de definir una flota totalmente nueva de vehículos de transporte por carretera de cero emisiones, es necesario establecer puntos de recarga y de repostaje a intervalos regulares en las principales autopistas de Europa: cada 60 kilómetros para la recarga eléctrica y cada 150 kilómetros para el repostaje de hidrógeno.

Los combustibles renovables y bajos en carbono deberán representar entre el 6% y el 9% del combustible del transporte marítimo internacional en 2030 y entre el 86% y el 88% para 2050 en toda la economía de la UE.

A partir del 1 de enero de 2030, todo buque portacontenedores y de pasaje atracado en un puerto de escala bajo la jurisdicción de un Estado miembro se conectará a una fuente de alimentación en tierra y la utilizará para todas las necesidades energéticas mientras está atracado.

Los combustibles sostenibles para la aviación deben representan al menos el 5% de los combustibles de aviación para 2030 y el 63% para 2050.


EL DATO Ya llevamos un -24%

La Comisión Europea se ha propuesto reducir las emisiones de carbono un 55% con respecto a 1990, un objetivo que no es tal porque desde ese año y hasta hoy Europa ya ha logrado una reducción de sus emisiones del 24%. Es decir, en los próximos nueve años el reto es superar la otra mitad del objetivo pendiente. No hay que olvidar que la reducción del 24% en los últimos 30 años se produjo en un contexto de crecimiento económico hasta el punto de que la economía creció más de un 62% en este periodo, por lo que crecer y reducir emisiones es compatible.


Por qué el transporte es un sector diana

El transporte es uno de los sectores más determinantes de la estratregia de la UE contra el cambio climático y la reducción de emisiones. Tal y como recuerda la Comisión Europea, el transporte representa casi una cuarta parte de las emisiones de gases de efecto invernadero de la UE y es la principal causa de contaminación atmosférica en las ciudades. Ahora mismo en este amplio sector las emisiones siguen siendo superiores a las de 1990 y será necesaria una reducción del 90 % de las emisiones del transporte hasta 2050 para poder alcanzar la neutralidad climática en la Unión Europea.


Ursula von der Leyen

Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea

“La economía de los combustibles fósiles ha alcanzado sus límites. Queremos legar a la próxima generación un planeta sano y buenos puestos de trabajo y un crecimiento que no perjudique nuestra naturaleza. El Pacto Verde Europeo es nuestra estrategia de crecimiento que avanza hacia una economía descarbonizada. Europa fue el primer continente en declarar el objetivo de la neutralidad climática en 2050, y ahora somos los primeros en poner sobre la mesa una hoja de ruta concreta. Europa predica con el ejemplo en materia de políticas climáticas a través de la innovación, la inversión y la compensación social”.


Claes Berglund

Claes Berglund, presidente de ECSA

“Hubiera preferido una solución internacional para el transporte marítimo, aunque reconocemos que el sector debe contribuir con su parte justa para abordar la crisis climática, también a nivel de la UE. A partir de aquí es de suma importancia que los ingresos del comercio de emisiones se utilicen para apoyar la descarbonización del transporte marítimo y no se destinen a los presupuestos generales de los Estados miembros”.


Willie Walsh

Willie Walsh, director general de IATA

“La aviación está comprometida con la descarbonización como industria global. No necesitamos persuasión o medidas punitivas como los impuestos para motivar el cambio. De hecho, los impuestos desvían dinero de la industria que podría respaldar las inversiones para reducir las emisiones en renovación de flotas y tecnologías limpias. Para reducir las emisiones, necesitamos que los gobiernos implementen un marco de políticas constructivo que, de manera más inmediata, se centre en los incentivos de producción combustibles de aviación sostenibles (SAF)”.


Alberto Mazzola

Alberto Mazzola, director ejecutivo de The Community of European Railway and Infrastructure Companies (CER)

“Los ferrocarriles europeos apoyan plenamente el objetivo de convertir el continente europeo en un emisor cero para 2050. Los ferrocarriles ya están en camino de reducir sus emisiones en un 55%. para 2030 y convertirse en emisor cero antes de 2050. El cambio modal acelerará aún más la reducción de las emisiones europeas. Los principios de quien contamina paga solo funcionarán con un precio del carbono sólido aplicado a todos los modos de transporte. Y los ingresos de la fijación de precios del carbono deben asignarse para desarrollar aún más los sistemas de transporte con bajas emisiones de carbono”.


Raluca Marian

Raluca Marian, directora de la IRU para la UE

“El objetivo de estas nuevas medidas debería ser crear más y nuevas oportunidades para que la industria del transporte por carretera cambie a tecnologías de combustibles alternativos económicamente viables y pueda repostar en toda la UE, pero la Comisión también está intentando encarecer el transporte por carretera. Introducir el comercio de emisiones en el transporte por carretera significa que los operadores pagarán el doble por las emisiones. Este es un enfoque injusto y, en última instancia, ineficaz para reducir las emisiones de CO2 en el transporte”.


Tipos de biocombustibles. Fuente: AOP.
Tipos de biocombustibles. Fuente: AOP.

La propuesta “sostenible” de los biocombustibles

En un contexto de proliferación de políticas para reducir el porcentaje de emisiones de CO2 y alcanzar la neutralidad climática, el transporte, responsable en 2019 del 29% de estas a nivel mundial en términos de CO2 equivalente, se enfrenta al reto de las energías alternativas, que implican fuertes inversiones en nuevos vehículos y en nuevas redes de distribución, siempre con la incertidumbre de garantizar las potencias adecuadas para cada tipo de transporte.

En este contexto existe una fuerte corriente que defiende la producción y consumo creciente de biocombustibles, combustibles obtenidos mediante el tratamiento físico o químico de biomasa o de residuos orgánicos.
El pasado 13 de julio, un día antes del anuncio del paquete “Objetivo 55”, se lanzó en España la Plataforma para la Promoción de los Ecocombustibles, desde la que se defiende el uso y producción de estos combustibles líquidos renovables y de bajas o nulas emisiones de carbono, como vía complementaria para la descarbonización de la economía y la reducción de emisiones, así como la sostenibilidad del modelo productivo.

Se busca no cerrar las puertas a la competencia entre tecnologías, evitando los costes que la apuesta por una sola alternativa podría tener en términos de crecimiento, competitividad y empleo.

Se pretende que entre los objetivos de las medidas propuestas por la Comisión Europea debería figurar también que la industria, incluido el transporte, disponga del mayor número posible de opciones para una transición energética eficiente y que no cercene de raíz ninguna que sea técnica, económica y medioambientalmente viable. Además, en el caso de los ecocombustibles, ofrece una descarbonizacion más intensa en la cadena de emisiones que otras opciones que se pretenden convertir en obligatorias.

Patronales logísticas como ALA, ANAVE, ASTIC, CETM, Fedeport o la Autoridad Portuaria de SC de Tenerife forman parte de esta plataforma.
Actualmente, los biocombustibles ya están presentes en los carburantes convencionales. Concretamente, tendrán una penetración del 9,5 % sobre el total de las ventas de combustibles para este 2021 y un 10 % para 2022.
Los biocombustibles garantizan el mantenimiento de las actuales motorizaciones de vehículos por lo que se logra una apuesta por la sostenibilidad más “sostenible”.

Otra de las bondades de los biocombustibles es que son los principales contribuyentes a la reducción de emisiones en sectores difíciles de descarbonizar como el marítimo y el aéreo. Por ello, en los próximos años tendrán un papel clave en la movilidad sostenible.

Para 2030 se quiere alcanzar una cuota mínima de energía renovable en el transporte del 28% y en este objetivo la relevancia de los biocombustibles para el ámbito de la movilidad es notable.

Cuando los biocombustibles se queman en un motor de combustión se libera dióxido de carbono a la atmosfera. Éste es absorbido de nuevo por las plantas, que lo transformarán en biomasa, siendo el balance neto de CO2 en este proceso cero. Esto significa que aunque la generación de emisiones continúe, no se agregarán nuevas a la atmósfera.

Los biocombustibles son los principales contribuyentes a la reducción de emisiones en sectores difíciles de descarbonizar como el marítimo y el aéreo


Esquema de medidas de la Comisión Europea para la consecución del “Objetivo 55”
Esquema de medidas de la Comisión Europea para la consecución del “Objetivo 55”

6 reglamentos y 6 directivas

El paquete legislativo “Objetivo 55” de la Comisión Europea, para lograr una reducción de las emisiones de carbono del 55% antes de 2030, contempla 6 reglamentos y 6 directivas que conforman una serie de reformas interconectadas.

1.- Régimen de Comercio de Derechos de Emisión de la UE (RCDE) y nuevos sectores.
La Comisión propone rebajar aún más el límite global de emisiones y aumentar su ritmo anual de reducción, incorporar al sistema al transporte marítimo y al transporte por carretera y eliminar los derechos gratuitos del transporte aéreo.

2.- Finalidad de los derechos de emisión.
Para complementar el gasto sustancial en materia de clima en el presupuesto de la UE, los Estados miembros deben gastar la totalidad de sus ingresos procedentes del comercio de derechos de emisión en proyectos relacionados con el clima y la energía.

3.- Reglamento de reparto del esfuerzo.
El nuevo Reglamento de reparto del esfuerzo asigna objetivos reforzados de reducción de emisiones a cada Estado miembro para los edificios, el transporte por carretera y marítimo nacional, la agricultura, los residuos y las pequeñas industrias.

4.- Reglamento sobre el uso de la tierra.
Los Estados miembros también comparten la responsabilidad de retirar carbono de la atmósfera, por lo que el Reglamento sobre el uso de la tierra, la silvicultura y la agricultura establece un objetivo global de la UE para la absorción de carbono por los sumideros naturales, equivalente a 310 millones de toneladas de emisiones de CO2 para 2030.

5.- Directiva sobre fuentes de energía renovables.
La producción y el uso de la energía representan el 75 % de las emisiones de la UE, por lo que es crucial acelerar la transición hacia un sistema energético más ecológico. La Directiva sobre fuentes de energía renovables fijará un objetivo más ambicioso a fin de producir el 40% de nuestra energía a partir de fuentes renovables de aquí a 2030.

6.- Directiva relativa a la eficiencia energética.
Para reducir el consumo global de energía, reducir las emisiones y luchar contra la pobreza energética, la Directiva relativa a la eficiencia energética establecerá un objetivo anual vinculante más ambicioso para disminuir el consumo de energía a escala de la UE.

7.- Revisión de las normas de CO2 para vehículos.
Es necesario combinar medidas para hacer frente al aumento de las emisiones en el transporte por carretera a fin de complementar el comercio de derechos de emisión. Unas normas más estrictas en materia de emisiones de CO2 para turismos y furgonetas acelerarán la transición hacia una movilidad sin emisiones.

8.- Reglamento revisado sobre la infraestructura de los combustibles alternativos.
Para velar por que los conductores puedan repostar o recargar sus vehículos en una red fiable en toda Europa, el Reglamento revisado sobre la infraestructura de los combustibles alternativos exigirá a los Estados miembros que amplíen la capacidad de carga en consonancia con la venta de vehículos de cero emisiones.

9.- Reglamento relativo a la infraestructura de los combustibles alternativos.
Los combustibles del transporte aéreo y marítimo son muy contaminantes y también requieren medidas específicas para complementar el comercio de derechos de emisión. El Reglamento relativo a la infraestructura de los combustibles alternativos dispone que las aeronaves y los buques tengan acceso a un suministro de electricidad limpia en los principales puertos y aeropuertos.

10.- Combustibles sostenibles.
Se lanzan sendas iniciativas relativas a los combustibles de aviación sostenibles (ReFuelEU) y a los combustibles del transporte marítimo (FuelEU), que estimularán la adopción de combustibles aéreos y marítimos sostenibles y tecnologías de cero emisiones.

11.- La Directiva sobre fiscalidad de la energía.
Una revisión de la Directiva sobre fiscalidad de la energía propone armonizar la fiscalidad de los productos energéticos con las políticas energéticas y climáticas de la UE, promoviendo tecnologías limpias y eliminando las exenciones obsoletas, por ejemplo en el transporte aéreo y marítimo, y los tipos reducidos que actualmente fomentan el uso de combustibles fósiles.

12.- Mecanismo de ajuste en frontera del carbono
Un nuevo mecanismo de ajuste en frontera del carbono pondrá precio al carbono en las importaciones de una selección concreta de productos para velar por que la ambiciosa acción por el clima en Europa no se traduzca en una «fuga de carbono».

Política de privacidad Aviso legal Política de cookies